Un susto en el corazón hizo que Eriksen volviera a apreciar la familia y el fútbol
El colapso de Eriksen en el campo al comienzo de la Eurocopa, en junio del año pasado, fue un acontecimiento angustioso que conmocionó al mundo entero, mientras yacía recibiendo tratamiento para salvar su vida, pero proporcionó a Dinamarca un impulso emotivo que la catapultó a las semifinales sin su mejor jugador.
La carrera de Eriksen parecía acabada, pero, tras serle colocado un dispositivo para regular su corazón, volvió a jugar en seis meses y vuelve a liderar las esperanzas de Dinamarca en un gran torneo.
Dijo que la parada cardíaca había alterado sus prioridades.
"Creo que me dio... digamos el aprecio de estar vivo y estar con mi familia. Y creo que todo lo demás se ha dejado de lado. Tener la posibilidad de volver a ser quien era antes era realmente el objetivo. Mi primer objetivo siempre fue ser un novio y un padre", dijo en rueda de prensa el sábado.
Pero poder participar en el Mundial por tercera vez también fue especial, añadió.
"Desde la primera entrevista que hice desde que volví, dije que quería volver a jugar. Ese fue el objetivo desde el primer día en que tuve la posibilidad de volver. Realmente el enfoque había cambiado mucho en el camino hacia el Mundial", dijo sobre su regreso al Brentford, luego a la selección danesa en marzo y después a su fichaje por el Manchester United al comienzo de la nueva temporada.
"Pero, de nuevo, sigue siendo muy especial estar en el Mundial. La selección nacional es algo de lo que estoy muy contento de volver a formar parte".
Eriksen cree que Dinamarca es ahora más fuerte, ayudado en gran medida por la forma en que todos los jugadores se unieron tras el trauma de que su compañero se derrumbara en el campo.
"Creo que la selección siempre ha sido fuerte, pero creo que la confianza en el equipo es mayor. Obviamente, la calidad siempre ha estado ahí; pienso que es la creencia lo que ha cambiado un poco en la selección en general", añadió Eriksen.