Gauff pone fin al sueño americano de Wozniacki en una batalla generacional
Con el apoyo de gran parte del público en la mayor pista del mundo, Coco Gauff, de 19 años, se impuso a Caroline Wozniacki, de 33, en esta apasionante disputa por 6-3, 3-6 y 6-1.
Gran esperanza del tenis nacional, la norteamericana se enfrentará en los cuartos de final a la letona Jelena Ostapenko, que eliminó a Iga Swiatek, vigente campeona del torneo.
Wozniacki, por su parte, se despidió con otra gran actuación en el primer Grand Slam en el que compite desde su retirada a principios de 2020.
Después de dar a luz en dos ocasiones, la ex número uno mundial regresó al circuito en agosto y en Nueva York firmó tres victorias espectaculares, una de ellas ante la undécima cabeza de serie, Petra Kvitova.
"Una inspiración"
"Es como si nunca se hubiera ido", le reconoció Gauff. "El nivel al que ha jugado hoy ha sido increíble", agregó.
"Ella fue una inspiración para mí", recordó la joya de Delray Beach (Florida), quien tenía tres años cuando Wozniacki debutó en un Grand Slam. "Crecí viéndola jugar y ganar el Abierto de Australia (2018). Compartir la pista con ella ha sido un honor", dijo.
"Obviamente, ahora estoy decepcionada", dijo Wozniacki ante la prensa. "Quería llegar más lejos en el torneo. Pero, en general, creo que he hecho un buen papel esta semana", comentó.
"Hay muchas cosas que me puedo llevar de este Grand Slam y derroté a grandes jugadoras. Hoy, Coco ha jugado un poco mejor que yo", reconoció. "Creo que mi juego es bastante bueno. Puedo ganar a cualquiera, pero también perder si no juego lo mejor posible", completó.
"Estoy por el buen camino", dijo sobre su futuro. "Estoy encontrando mi forma, mis piernas. Sé que mi entrenamiento es el correcto. Estoy impaciente por enfrentarme a más pruebas y a más jugadoras", indicó también.
Tensión con el palco
Con el respaldo entusiasta de los 23.000 aficionados, incluidas figuras como la estrella de la NBA Jimmy Butler o el cineasta Spike Lee, Gauff ratificó la madurez de juego y carácter que le llevó el mes pasado a conquistar sus dos primeros títulos importantes en Washington (WTA 500) y Cincinnati (WTA 1000).
La estadounidense, que el año pasado cayó en cuartos del torneo, se sobrepuso a la multitud de trampas que le planteó su experimentada rival, comenzando por un quiebre en el primer juego.
Gauff levantó la desventaja y se adjudicó el primer set frente a una Wozniacki que, lejos de rendirse ante una rival más veloz y potente, comenzó a explotar las prisas de la promesa local, que cometió 44 errores no forzados por 27 de su oponente.
En un persistente asedio, Wozniacki rompió el servicio de Gauff en su sexta pelota de quiebre y envió el duelo al set decisivo.
Entonces llegó el momento más difícil para la perla estadounidense, que perdió el servicio en el juego inaugural y también la paciencia con su nuevo asesor, el reputado Brad Gilbert, a quien pidió que le dejara de hablar.
Gauff resurgió a lo grande, con varios golpes que pusieron a la grada de pie, y puso la directa hacia la victoria ante una Wozniacki ya exhausta.
"A veces les digo (a mis entrenadores) que se tranquilicen un poco porque me gusta resolver las cosas por mí misma. A veces es una reacción al estrés", dijo después Gauff sobre sus interacciones con su palco.