Paula Badosa está cada vez mejor físicamente, como evidenció hace algunas semanas al conquistar el torneo de Washington, y ahora demuestra que también es capaz de luchar contra esos demonios internos que tanto perjudican a los tenistas. En su caso particular, la barrera mental de la segunda ronda del US Open.
Más allá del citado título, la 29ª del mundo afrontaba la prestigiosa competición después de alcanzar las semifinales en el Masters 1000 de Cincinnati (cayó por 6-2, 2-6 y 6-3 ante Jessica Pegula). Su brillante momento de forma, toda una novedad dados los problemas físicos que sufrió en 2023, era todo un aliciente para confiar en sus prestaciones.
Este miércoles, Badosa fue capaz de imponer su ley frente a una rival, Townsend, que no está muy lejos en el ranking de la WTA (se ubica en el puesto 48). Aunque tuvo que lidiar con un par de sustos, uno en cada set, cometió la mitad de errores no forzados respecto a su oponente y eso le abrió las puertas del triunfo. Eso sí, protagonizó ocho dobles faltas.
Durante el juego inaugural de la segunda manga, Paula, que venía de un sólido 3-6, salvó dos bolas de break antes de perder el saque más adelante. Sin embargo, luego se repuso y pasó del 5-3 en contra al definitivo 5-7 a favor. La local Taylor forzó el tercer punto de partido, aunque sus esfuerzos fueron en vano.