Carballés firma su tercera remontada en cinco días y conquista el ATP de Marrakech
Sin hacer ruido e imponiéndose a rivales mejor posicionados en el ranking mundial, Roberto Carballés Baena (30) se plantó en el duelo definitivo del torneo de Marrakech para intentar sumar, cinco años después de conquistar en Quito el primero, su segundo título del circuito ATP. Había superado partidos complejos, a excepción de la ronda de octavos, y llegaba a la cita del domingo por méritos propios.
Alexandre Muller (26) salvó tres bolas de break en el cuarto juego, evitó que su oponente ampliara la ventaja en el marcador y fue capaz de romperle el servicio para ponerse por delante e incluso gozar de dos puntos de margen (5-3). Tras algo menos de una hora, sin perder la oportunidad de adjudicarse el primer set, el tenista francés dio un paso importante para alcanzar la gloria en el país del norte de África.
Carballés estaba obligado a reaccionar y, sobre todo, a remontar. Tampoco era nada nuevo para él porque ya lo había hecho frente a Maxime Cressy (25) en la ronda inaugural y ante Daniel Evans (32) en semifinales. Evitó lo que hubiese sido un auténtico paso atrás, la pérdida de servicio en el arranque de la segunda manga, y estableció el 0-1 y tras salvar la doble papeleta.
Cómodo en el abismo
Todo parecía cambiar cuando el canario rompió el saque, pero Muller emuló a su rival y privó al actual número 82 del mundo de colocarse 2-5 a favor. Se vieron abocados al tie break para clausurar o hacer más largo el duelo, en una pugna a vida o muerta para Roberto, que se impuso por 3-7 y mantuvo intactas todas sus opciones de conseguir la victoria en el campeonato de tierra batida.
El galo, que necesitaba recuperar la confianza tras lo ocurrido minutos antes, empezó a servir y perdió el servicio tras dos intentos frustrados por evitar el fatal inicio. No lo consiguió, como tampoco lo hizo cuando caía por 2-4 en un larguísimo juego, un doloroso golpe que no dejó pasar el tinerfeño (2-6), que remató la faena tres horas después del comienzo y completó así una semana mágica en Marruecos.
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