Alcaraz recupera su sonrisa ante Tommy Paul y se acerca a las medallas
Centro de datos del Tommy Paul-Carlos Alcaraz
Como si aún sufriese los efectos morales de la derrota en el dobles con Nadal, Carlos Alcaraz sufrió en el inicio de su duelo de cuartos ante el duro Tommy Paul. Dos bolas de break tuvo que salvar nada más comenzar. Y ninguna opción al resto.
Pero la resaca, igual que viene se va, y no dejó ningún efecto secundario al tenista español. Aguantó la tempestad y en cuanto vio dudar un mínimo a su oponente, ¡zasca! Le rompió el servicio combinando alguna dejada con un revés paralelo, se puso 2-4 y con dos aces firmó el 2-5. En su siguiente juego sacando, con una portentosa superioridad, selló el triunfo en la primera manga por 3-6 en 39 minutos.
Giro de guion
Comenzar otro set es como encontrarse un libro en blanco para poder escribir lo que uno desee, una nueva historia, aunque no todos sean capaces de sacar rédito. Tommy Paul sí lo hizo. Se olvidó de sus erorres, le pegó con su derecha más duro aún, voleó con seguridad en sus subidas a la red y a la mínima que Alcaraz bajó un poco el pistón, se puso 3-0. Pudo ser aún mayor su ventaja, pero el murciano salvó dos bolas de break que hubiera casi garantizado por la vía rápida una tercera manga.
Aun así, el estadounidense siguió pegando a la pelota como si no hubiera un mañana -y eso que horas después afrontaba un encuentro de dobles-. El español sufría mucho de cabeza. Como muestra, que hasta se olvidó de en qué lado del cuadro debía colocarse. Salvó sus servicios, pero al resto estaba muy fallón, como en el dobles.
A Carlitos le va la marcha
Pero no se gana Roland Garros, Wimbledon y el US Open a los 21 años por casualidad. Los grandes de verdad se miden por su capacidad de superación, por las veces que son capaces de levantarse cuando les dan por muertos. Alcaraz parecía tenerlo todo perdido en ese segundo set, pero reaccionó con 5-3 abajo y forzó el tie-break.
Tuvo incluso una bola de partido al resto, pero Paul enseñó los dientes y le dio la vuelta para disfrutar él de una bola de set. La salvó el de El Palmar con un puntazo espectacular. Y se preparó para un segundo matchball. Y no falló. Claro que no. Alcaraz ya está en semifinales, a un pasito de la medalla y a dos de proclamarse el campeón olímpico más joven de la historia.