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El prodigio precoz que mantuvo los pies en el suelo

AFP
Carlos Alcaraz saluda a sus familiares tras ganar Roland Garros
Carlos Alcaraz saluda a sus familiares tras ganar Roland GarrosAFP
"Hay que lograr que siga con los pies en el suelo". Eso es lo primero que Carlos Alcaraz padre dijo a Juan Carlos Ferrero, su entrenador, cuando su hijo ganó el US Open en 2022. Año y medio después el objetivo está más que conseguido.

Entonces 'Carlitos' tenía 19 años, ganaba su primer Grand Slam y se convertía en el número 1 más joven de la historia. La promesa ya era una realidad y se convertía en la superestrella que sigue siendo y que ha sido capaz de ganar Wimbledon en 2023 y Roland Garros en este 2024, sin perder ese aire de chico de pueblo lleno de ilusión.

"Es un chaval muy sencillo, humilde. Hay que trabajar para que siga siéndolo porque estos cambios tan radicales nunca son fáciles. Pero yo pasé por ahí y le puedo aconsejar", dijo entonces Ferrero, campeón de Roland Garros en 2003 y exnúmero uno mundial.

Niño prodigio

Ferrero sigue siendo su entrenador y ha sido el gran artesano de la carrera de Alcaraz, que comenzó su carrera en la Real Sociedad Club de Campo de El Palmar, en la localidad de Murcia donde nació en mayo de 2003.

Desde los cuatro años se le podía ver en las pistas del complejo con una raqueta casi más grande que él y pronto empezó a despuntar. Con 13 años brillaba ya en los circuitos nacionales pero su gran salto, la decisión que lo cambió todo fue cuando en 2019 ingresó en la Ferrero Tennis Academy, una escuela de tenis en Villena (Alicante), a 115 kilómetros de la casa familiar.

"Cuando llegó a la academia tenía 15 años, estaba delgado como un espagueti. Nos dimos cuenta de que tenía brazos muy rápidos, piernas muy rápidas, pero no tenía músculos, ni en la espalda ni en las piernas. Pero obviamente, notamos algo especial en él", explicó Ferrero.

Los éxitos fueron fulgurantes. En 2021 llegó ya su primer título ATP, en Umag (Croacia) con 18 años, y ahí dio inicio a su fulgurante cosecha de trofeos en los mejores torneos. Tras conquistar París solo le falta un grande en su palmarés, el Abierto de Australia.

Profeta en su tierra

Con el estrellato en el tenis llegaron también las campañas de marcas de lujo de impacto internacional como Louis Vuitton o Rolex, pero igualmente otra que le hizo especialmente ilusión: fue elegido para promocionar el turismo de su región, Murcia, el rincón del sudeste de España donde tiene su refugio y sus raíces.

El destino quiso además que su primer título en Roland Garros haya sido un 9 de junio, en el día de la Región de Murcia.

"Siempre digo que es un orgullo ser de Murcia. Tanto en el deporte como en todos los ámbitos estamos creciendo, estamos en el mapa. Por el UCAM (clasificado a la final de la liga española de baloncesto), por el fútbol sala, la gastronomía, el clima. Todo lo tenemos bueno allí", dijo el viernes tras clasificarse a las semifinales.

Hasta sus títulos y sus puntos en el circuito ATP han aparecido este año en la primera pregunta del examen de Matemáticas de las pruebas de acceso a la universidad para los alumnos de educación secundaria de su región.

Madridista y amigo de Yatra

Como Rafa Nadal, Alcaraz vibra con los éxitos del Real Madrid, su club favorito, que le había enviado un mensaje de apoyo antes de la final.

Durante su estancia en Madrid para jugar el Masters 1000 de la capital española, Alcaraz fue el elegido para entregar el Premio Laureus al mejor deportista revelación a un futbolista del Real Madrid, el inglés Jude Bellingham. Un año antes él mismo se había llevado esa galardón.

Alcaraz protagonizó entonces la anécdota de la gala cuando debía entregar el trofeo a Bellingham, pero realmente le pasó lo que tenía en la otra mano, el micrófono, motivando las risas del auditorio y de él mismo.

Relajado y tranquilo, presume también de tener unos gustos "normales", como los que "puede tener cualquier chico de mi edad".

Uno de ellos es escuchar música y es amigo del cantante colombiano Sebastián Yatra.

Alcaraz jugó un partido benéfico haciendo pareja con él el año pasado en Nueva York, donde luego cantó en la pista, tras un triunfo en el Abierto de Estados Unidos, un parte de su canción "Vagabundo". En noviembre, en México, Yatra subió a Alcaraz al escenario durante un concierto.