Ya desde el inicio se vio que los vitorianos lo iban a tener más difícil de lo esperado. Los de Peñarroya entraron fríos y eso ante un equipo como el griego se paga muy caro. En cinco minutos, 4-18. Y la situación no mejoró porque ni en defensa se ajustaban bien las ayudas ni tampoco en ataque aparecían los triples. 16-32 y con suerte finalizó el primer cuarto.
La entrada de Sedekerskis en el segundo fue agua bendita para los vascos. El griego conectó con Darius Thompson y el vendaval pareció arrasar con Atenas entera. Un 19-2 en un abrir y cerrar de ojos dejó boquiabiertos a todos y llevó el encuentro al descanso con remontada firmada (47-42).
Pintaba muy bien porque el Baskonia continuó siendo una máquina de anotar al volver a pista. Un triple de Thompson puso la máxima distancia en el electrónico (67-57). Pero Vezenkov, de nuevo, tomó la responsabilidad en su lado y no dejó de anotar para mantener vivos a los suyos al finalizar ese tercer acto (74-65).
Pareció acusar, en esa recta final, el Baskonia cierto cansancio por el esfuerzo de remontar y de mantener un alto nivel de intensidad. Y ese pequeño signo de debilidad lo aprovechó Sloukas con maestría para terminar de voltear el puntaje y borrarle la sonrisa de la boca a los locales, quienes además perdieron a Howard con problemas en una rodilla.
Al final, una derrota por 92-97 que deja invicto al Olympiacos y en cuarta posición a los azulgrana.
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