Un tackle de Moroni y Nicolás Sánchez culminan la remontada argentina ante Gales (17-29)
Con Argentina siempre hay que contar. Pese a una discreta fase de grupos, en la que cayó ante Inglaterra con un hombre más, solventó el pase con un triunfo frente a Japón. En cuartos de final, como es habitual, ha aparecido la mejor versión de los Pumas.
En un partido que se les puso cuesta arriba muy pronto, con el 10-0 inicial de Gales, los de Michael Cheika se pusieron el mono de trabajo. A base de penales, Emiliano Boffelli empezó a recortar distancias y puso por delante a los suyos al inicio de la segunda parte. La remontada fue frenada con un ensayo de Tomos Williams.
Pero Argentina no iba a remar para ahogarse en la orilla. En el minuto 68 recuperó la iniciativa con su primer try del partido, obra de Joel Sclavi, y se vino arriba espoleado por la numerosa hinchada albiceleste que poblaba el Velodrome de Marsella.
El partido además, pasará a la historia por el tremendo tackle de Matías Moroni a Rees-Zammit cuando ya cantaba el ensayo.
En plena acometida galesa, una interceptación de Nicolás Sánchez culminó en un nuevo ensayo argentino y en la certificación de su triunfo. Para terminar la fiesta, el propio Sánchez consiguió transformar un penal en el minuto 80 dejando el definitivo 17-29 en el marcador.
Argentina espera rival en las semifinales del próximo viernes. Será el vencedor del duelo entre Irlanda y Nueva Zelanda.