Paul Pogba y otros cinco casos de dopaje que sacudieron el mundo del fútbol
Paul Pogba (Testosterona)
Seguramente la del galo será una de las sanciones por dopaje más duras que se recuerden en un futuro. A Pogba (30) le han caído nada menos que cuatro años de sanción por el uso de testosterona para potenciar su rendimiento deportivo.
Todo se destapó tras un control realizado en el Udinese - Juventus del pasado mes de agosto en el que los 'bianconeri' ganaron 3-0. Aquél día, el centrocampista francés permaneció en el banquillo sin disputar ningún minuto.
La testosterona mejora el rendimiento en disciplinas de fuerza y potencia, como es el caso del fútbol, gracias a su efecto positivo sobre el desarrollo de la fuerza, hipertrofia, velocidad y capacidad de recuperación. También incentiva el aumento de la resistencia.
André Onana (Furosemida)
Otro caso bastante reciente que también tuvo mucha repercusión fue el del guardameta camerunés André Onana (27). En 2021, cuando militaba en el Ajax, el africano fue sancionado con 12 meses sin jugar, por la aparición de furosemida en su orina en la realización de un dopaje fuera de competición el 30 de octubre de 2020.
Finalmente la inhabilitación se redujo a nueve meses y el portero admitió estar profundamente abochornado por su fallo: "Estaba en shock. No era una excusa que acababa de inventarme, no estaba intentando hacer trampa, fue un error estúpido", dijo.
La furosemida está completamente prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) por ser considerada como "enmascarante", ya que, dado su carácter diurético, podría facilitar la eliminación de otras sustancias dopantes.
Adrian Mutu (Cocaína y sibutramina)
El rumano es uno de los reincidentes más ilustres de la primera década del siglo XXI. Primero dio positivo en cocaína durante el año 2004, cuando formaba parte de la plantilla del Chelsea. José Mourinho solicitó el control antidopaje y los resultados sacaron a la luz el consumo de la sustancia, posteriormente reconocido por el futbolista. Con el tiempo, este desliz le supuso una multa de 17 millones de euros que debió abonar al club londinense por incumplimiento de contrato.
Su segundo incumplimiento de las normas se desveló en 2010, siendo jugador de la Fiorentina, cuando dio positivo en el consumo de sibutramina, un producto que ayuda a inhibir la sensación de hambre y propiciar el adelgazamiento. Por ello, Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) le impuso una suspensión de nueve meses.
Carlos Gurpegui (19-norandrosterona)
Una de las grandes figuras del Athletic Club en la era reciente inició en 2002 un calvario que se prolongó hasta el 2008, cuando regresó como titular en un partido de Liga contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, tras dos años alejado de la competición.
Gurpegui (43) dio positivo en septiembre de 2002 en una prueba antidopaje realizada después de jugar contra la Real Sociedad en la Jornada 1 del campeonato nacional español. En los análisis se encontró una cantidad mayor de la permitida de 19-norandrosterona, el principal metabolito de la nandrolona.
Pep Guardiola (Nandrolona)
El exjugador y exentrenador del FC Barcelona dio positivo en nandrolona durante su estancia en el Brescia. El 22 de noviembre de 2001 el CONI informó de que el centrocampista catalán había dado positivo en un control llevado a cabo tras un duelo ante el Piacenza. La Comisión Disciplinaria de la Liga italiana le suspendió de manera cautelar.
Finalmente Guardiola (53) tuvo que cumplir una sanción de cuatro meses y pagar una multa de 50.000 euros. Posteriormente, en 2005, el Tribunal de Justicia de Brescia le condenó a siete meses de prisión por su positivo, En 2007, el Tribunal de Apelación de Brescia le absolvió por considerar que el hecho no subsistía.
La nandrolona es un anabolizante prohibido en el deporte desde los años 80 por su capacidad para ayudar a reconstruir tejidos y facilitar el desarrollo muscular, lo que confiere una ventaja en deportes en los que intervienen la fuerza y la velocidad.
Diego Armando Maradona (Cocaína y efedrina)
La gran mayoría de los aficionados al fútbol recordarán, o habrán visto con posterioridad, las imágenes del difunto Maradona abandonando prematuramente el Mundial de Estados Unidos en 1994. Diego se vio obligado a dejar a la selección argentina colgada por un positivo en efedrina, una sustancia que debió de utilizar para acelerar el proceso de recuperación de una lesión que casi le impide disputar aquella Copa del Mundo. Esta sustancia se considera como estimulante del sistema nervioso central, efecto que le da la condición de prohibida. Este episodio acabó prácticamente con su carrera.
Tres años antes, en 1991 su adicción a la cocaína le hizo fallar en un test antidopaje al que se sometió después de un Nápoles - Bari. Cada una de las sanciones que se le impusieron por esos dos casos tuvieron una duración de 15 meses.