Otra ola de jóvenes irrumpe en el pelotón, ¿poniendo en riesgo tener largas carreras?
La temporada ciclista acaba de comenzar, pero los resultados de las primeras carreras han mostrado a una generación de chicos, recién salidos de la adolescencia, capaces de subirse a las primeras plazas.
Del mexicano Del Toro, de 20 años, vencedor en el Tour Down Under en su primera carrera World Tour (primera división), al francés Paul Magnier, que a los 19 se impuso en una manga del Challenge de Mallorca, pasando por el neozelandés Laurence Pithie, los también franceses Axel Laurance y Kevin Vauquelin...
La nueva generación explota en una disciplina considerada durante mucho tiempo de maduración lenta, en la que había que aprender antes de meter la nariz en la pelea por los triunfos, entre los 25 y los 30 años.
Estas viejas creencias ya las habían desterrado talentos desacomplejados como Egan Bernal o Tadej Pogacar, ganadores del Tour de Francia con 22 y 21 años.
La tendencia incluso tiene un nombre. "Es el fenómeno Remco Evenepoel", explica Vincent Lavenu, mánager del equipo Decathlon-AG2R, en referencia al campeón belga, que pasó directamente de juniors a profesionales en 2019. "Desde entonces, todo ha cambiado", añade.
Evenepoel, el cambio de tendencia
"Con él se dio el verdadero cambio de tendencia. Después todo el mundo se tiró a por los jóvenes. Ahora hay agentes que van a ver a los cadetes (15-16 años)", subraya Lavenu.
Esta nueva realidad está acompañada de una revolución en los entrenamientos. "Cuando era juvenil, hacían dos o tres horas máximo. Hoy entrenan como profesionales", constata el belga Gianni Vermeersch, de 31 años.
"El número de kilómetros en categorías cadete, junior y sub-21 se ha multiplicado", confirma Samuel Bellenoue, director de rendimiento en Cofidis.
"Antes había conceptos de protección. Por ejemplo un cadete no podía hacer más de tantos kilómetros... Hoy sabemos que fisiológicamente es falso, desde el momento que respetes las zonas de intensidad... De golpe los jóvenes, a partir de 15 y 16 años, se acercan muy rápido al entrenamiento que hacen los profesionales", explica.
Y en un mundo ultra-conectado, nada es más fácil que seguir el ejemplo de las estrellas.
"Hace 20 años no había redes sociales. Saber qué hacía un keniano en los entrenamientos de atletismo, sin ir a Kenia... Hoy si tienes 12 años y quieres saber lo que hacen Pogacar o (Jonas) Vingegaard, lo encuentras todo", añade Bellenoue.
A la cantidad se une la calidad. "Tenemos acceso a muchas cosas que los jóvenes antes no tenían, como la nutrición o la equipación", confirma el velocista británico Fred Wright.
"Tengo un sobrino que es juvenil y que me habla de vatios, de VAM (velocidad aeróbica máxima), de nutrición, de 90 gramos de glúcidos a la hora. Yo, a los 18 años, apenas tenía un contador de velocidad", recuerda Benjamin Thomas, de 28 años.
"Nos dirigimos al fútbol"
"Esto produce corredores que están preparados más pronto. Ahora a los 19 años ya no hay problemas para ganar una carrera. Hace diez años era un fenómeno", añadió el antiguo campeón de Francia de contrarreloj.
Un modelo que provoca que las promesas tengan salarios altos más pronto, lo que provoca que abandonen los estudios y de esta forma un 'plan B' para los que no consigan el éxito.
"Nos dirigimos tranquilamente a un modelo que se parece al del fútbol. Aunque no sean las mismas cantidades, los jóvenes piensan bastante pronto: puedo ganar dinero, puedo vivir del ciclismo...".
El dinero trae riesgos. "Mentalmente se meten mucha presión y pueden rápidamente quemarse", alerta Axel Laurance.
En estas condiciones, el propio Remco Evenepoel cree que las carreras de 20 años van a "desaparecer" y aconseja a los jóvenes "tomarse su tiempo".
Vistos los resultados en este inicio de temporada, parece que por el momento no le escuchan.