Nadar en el Sena, un reto olímpico que aún debe superarse antes de los Juegos
Los análisis realizados de 2015 a 2023, transmitidos a la AFP por la alcaldía de París, muestran fuertes variaciones en el anterior periodo estival, con picos de concentración de una de las dos bacterias indicadoras de contaminación fecal, Escherichia Coli.
Según la directiva europea de 2006 sobre este asunto, ninguno de los 14 puntos de toma de muestras de agua en París alcanzó un nivel de calidad suficiente entre junio y septiembre de 2023.
La concentración de E. Coli supera el máximo autorizado (900 unidades formando colonia/100 ml) en todos esos puntos.
Y la de enterococcus, la otra bacteria que se tiene en cuenta en la normativa, supera ligeramente el umbral requerido en el puente de Ivry (sudeste) y en el puente de Garigliano (sudoeste): 330 UFC/100 ml.
En 2022, las muestras habían tenido un nivel "suficiente" sobre esas dos bacterias en tres puntos de medición del centro de la capital, antes de que los datos se fueran degradando en el año posterior.
Paul Kennouche, jefe del servicio que controla la calidad del agua en la ciudad, subraya que de los ocho "grandes puntos" seleccionados por el gobierno municipal, seis han visto cómo la calidad iba mejorando y dos se mantienen estables. Sin embargo, ninguno de ellos alcanza el nivel contemplado en la directiva europea.
Si bien reconocen que los resultados no han estado a la altura de las expectativas, las instituciones responsables de este asunto tan sensible se mantienen con confianza de cara a los Juegos Olímpicos.
Pesadilla el pasado agosto
Defienden como argumento las cinco obras a punto de finalizar que deberían permitir aumentar la capacidad de almacenaje de la red de desagües y limitar así los vertidos de aguas al río.
Antes de su puesta en servicio, los ensayos generales (test-events, en lenguaje olímpico) de agosto de 2023 fueron una pesadilla para los organizadores.
A principios del pasado agosto, la competición de natación de larga distancia prevista del 4 al 6 de ese mes entre el puente Alejandro III y el puente de Alma fue cancelada porque los umbrales de calidad de la Federación Internacional (World Aquatics) estaban claramente superados, después de unas fuertes lluvias.
Los análisis mostraban una concentración en E. Coli que superaba los 3.000 UFC por cada 100 ml en los cuatro puntos de medición del recorrido, cuando las federaciones internacionales fijan un objetivo de menos de 500 y un máximo de 1.000.
Con el triatlón y el paratriatlón del 16 al 20 de agosto de 2023, en la misma zona, hubo dos jornadas canceladas por polución del agua, causada esa vez por una válvula defectuosa, según la alcaldía.
Problema técnico
En su fallo no vinculante del 25 de julio de 2023, la Agencia Regional de Salud (ARS) se había declarado favorable a la celebración de esos test-events, pero prescribía aplazar las pruebas "si uno solo de los resultados de análisis" en los cuatro puntos de vigilancia, en las 24 horas previas al evento, superada los 900 UFC/100 ml en el caso de E. coli o los 330 UFC/100 ml para los enterococos.
La víspera del triatlón femenino del 17 de agosto, la concentración de E. coli en el Puente de Alma era de 1.120 por 100 ml, superando los umbrales ARS y de las federaciones.
Sin embargo, ese puente no estaba en el recorrido de la prueba, indicó Brigitte Légaré, del Comité de Organización de los Juegos Olímpicos. La competición se mantuvo.
Después, en la mañana del 18, los resultados de análisis del agua no fueron concluyentes por un problema técnico.
Normalmente, de hecho, forman parte de los datos utilizados por las federaciones deportivas para decidir cada día, poco antes de las pruebas, si se da luz verde a su disputa o no.
En ausencia de los mismos, la Federación Internacional de Triatlón utilizó las tendencias de los días anteriores y "el informe meteorológico, la inspección visual y la inspección sanitaria", lo que "dio la suficiente confianza" para dar la autorización, explicó Olalla Cernuda, su directora de comunicación.
Un día después, cuando los resultados de análisis de la noche del 17 al 18 se conocieron, los umbrales de calidad se habían sobrepasado ampliamente. Se canceló el resto de test.
Desde entonces, la Alcaldía de París ha anunciado que su procedimiento se iba a redoblar para el verano de 2024 (dos muestras, dos ingenieros, dos laboratorios).
"Hemos aprendido"
Los responsables municipales tienen claro que la experiencia debe ser valiosa: "Hemos aprendido", subrayan.
La Alcaldía, la prefectura de la región y sus colaboradores han establecido un plan a partir de "todas las consecuencias de lo que pasó en el verano (2023)". Insisten, además, en la dotación de nuevas infraestructuras para absorber las fuertes lluvias.
Pero la meteorología sigue siendo el "riesgo principal" para la correcta disputa de los Juegos, reconoce la prefectura, que teme que haya "lluvias excepcionales".
El plan B contempla el aplazamiento de unos días de las pruebas a disputarse en el Sena, pero no un cambio de ubicación.
Más allá de los Juegos, las obras apuntan a una mejora duradera de la calidad del agua pensando en la apertura de tres lugares de baño autorizado en el Sena a su paso por París a partir de 2025, cada año durante la instalación en la orilla del río de una playa artificial, explica la Alcaldía de la capital francesa.
La situación "no es alarmante", según Paul Kennouche, ya que el plan de acción aún no se ha desplegado por completo.