El piloto español, con la de hoy, ha rodado por el suelo en cinco ocasiones desde el viernes. La última, además, le ha provocado una fractura en el dedo pulgar de su mano izquierda, además de una distensión y fuerte contusión en el tobillo derecho. 

A pesar de que el jefe de los servicios médicos de MotoGP, Ángel Charte, había dado su consentimiento para que pudiera correr por que la fractura era pequeña, ha sido finalmente el propio Marc Márquez quien ha tomado la decisión de no salir a pista. 

En la carrera al sprint del sábado quedó undécimo, sin confianza en una moto que le obliga a arriesgar más de la cuenta, provocando esas caídas. 

Tras la última de ellas, Márquez ha sido quien ha tenido la última palabra. Veremos qué consecuencias tiene para su futuro con la marca japonesa, con quien no está nada contento.