¿Recordáis la película ‘The Disaster Artist’? Esa en la que los hermanos Franco tratan de hacer la mejor película del mundo y termina saliendo un estropicio de dimensiones bíblicas. Pues el Arabia Saudí - México disputado en el estadio Lusail fue algo parecido.
Ambas selecciones pusieron en juego a sus mejores jugadores y todo su empeño para obtener una victoria que les aproximase a los octavos de final de la copa del Mundo. Sin embargo, cuantas más ganas le ponían, peor les salían las cosas.
El ‘Tata’ Martino alineó a su 11 de gala, aunque sin Chicharito en Catar lo de marcar se complicaba. Los ‘Halcones Verdes’ hicieron lo mismo, ninguno de los contendientes quería dejar nada a la imaginación. Un buen resultado les haría formar parte de la historia.
Contra todo pronóstico, esa buena predisposición mutó en descontrol. La ansiedad generada por las ganas de tirar hacia delante dio paso a las imprecisiones. Algunos jugadores nos recordaron al bueno de Royston Drenthe cayéndose por los campos de España con la camiseta del Real Madrid allá por 2009.
En ‘The Disaster Artist’ a James y Dean Franco les pasaba lo mismo. Se empeñaban en hacer grandes desembolsos económicos en equipo de grabación y materiales buenos, pero que no necesitaban. No repararon en la cordura, en hacer las cosas de forma ordenada para lograr el objetivo que buscaban.
Tampoco mexicanos y saudíes se percataron de que la cantidad de buenos jugadores era lo importante, si no la calidad con la que ejecutaban el plan trazado por sus técnicos. Con esta cadena de despropósitos llegó el descanso y los equipos enfilaron el túnel de vestuarios.
Parece que en el regreso México vio algo de luz entre tanto embrollo. Aprovechando que su rival seguía sumido en el ir y venir de la primera mitad se puso 0-2 en apenas siete minutos con goles de Henry Martín y un inspirado Luis Chávez que marcó una espectacular diana de falta directa.
La Tricolor se alejaba poco a poco del desastre para agarrar de la mano al arte, un mejor compañero de viaje. Las ocasiones llegaban, pero el tiempo apremiaba y el balón no volvía a entrar.
A estas alturas, México necesitaba ganar 0-3 o que Argentina le marcase uno más a Polonia, si no se irían del Mundial por un peor coeficiente en el ‘fair play’. Sin quererlo, todos jugaban con un ojo puesto en la portería defendida por Mohammed Al-Owais y el otro mirando hacia lo que sucedía en el 974 Stadium.
Con el transcurso de los minutos la situación apremiaba a que los americanos marcasen el tercero. Martino introdujo toda la pólvora que le quedaba con la entrada de Raúl Jimenez. Eso descontroló nuevamente todo.
Volvió el caos, pero daba igual. La Tri había aprendido a sentirse cómoda en el ojo del huracán y a los ‘Halcones Verdes’ ni siquiera les quedaba la voluntad que les llevó a ser una de las revelaciones en Catar 2022.
Desafortunadamente para los mexicanos, el desastre terminó cerniéndose sobre ellos cuando Al-Dawsari anuló sus esperanzas haciendo el 1-2 que les apeaba definitivamente de la Copa del Mundo. Un final cruel para un equipo que puso toda la carne asador, pero al que le faltó cordura en ciertas fases del torneo.
Triste despedida para las dos selecciones
Sin saber por qué, el fútbol nos hace alinearnos con los más débiles. La victoria de Arabia Saudí contra Argentina nos emocionó a todos y nos llevó a querer que pasasen de ronda. Sin embargo, su inferior nivel futbolístico les impidió continuar haciendo historia.
En el lado opuesto se encontraba una México con tradición de superar la fase de grupos cada vez que juega el Mundial. De hecho, no se quedaban fuera tan pronto desde Argentina 1978, de donde se despidieron con cero puntos.
Esto dejó como gran beneficiada a una Polonia que exhibió una imagen muy negativa en su duelo con la albiceleste. En el próximo escalón, Lewandowski y compañía se verán las caras con la selección de Francia, mientras que Argentina lo hará con la sorprendente Australia.
Jugador Flashscore del partido: Luis Chávez
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