El año de reivindicación de Marc Márquez (29) se hace esperar. La caída en Indonesia. La diplopia -visión doble- y las ausencias le alejaron del amor que enfrasca la vida de un piloto de Moto GP: las pistas.

Los problemas obligaron a Márquez alejarse de las pruebas por un tiempo. Un tiempo que fue corto, para muchos, pero muy largo, o eterno, para otros.  Además de la diplopía, los dolores en el brazo se hicieron presentes en gran parte de la temporada. Su recuperación -hasta el verano- no arrojó los resultados esperados. 

Márquez pasó de nuevo por el quirófano en el 2022. A diferencia de otras oportunidades, en donde el corredor tomó la decisión de operarse en España, optó, en junio, por buscar ayuda en el extranjero. 

En Estados Unidos encontró, finalmente, una solución a los dolores del brazo que le acompañaron en los últimos años. El corredor se recuperó en gran parte de los inconvenientes físicos. Regresó a las competiciones oficiales en septiembre -volvió a los test de Milán- y, a partir de ese momento, el 2022 dio un giro de 180 grados para él. 

Sin alteraciones

Las lesiones y las caídas al menos no alteraron el desarrollo de la temporada del corredor. Márquez se perdió tan sólo la carrera de Argentina. El español mantuvo firme su paso a pesar de los inconvenientes y, con el paso del tiempo, recuperó su espacio en la clasificación general del campeonato Mundial -descansa en la plaza número 12-. 

 Márquez, tras el procedimiento que vivió en Estados Unidos, consiguió la pole en Japón y escaló al podio en Australia. Desde septiembre, el motociclismo le sonríe. Sin embargo, el corredor, consciente de su adversa circunstancia, reconoce que el 2022 no ha sido su mejor temporada y, por ello, espera cerrar de la mejor manera el curso en Valencia. 

“La última carrera de un año largo y muy diferente. Hemos estado aprendiendo cada fin de semana desde que volvimos y ese es el objetivo de nuevo para esta carrera”, dijo el corredor en la antesala del GP de la Comunitat Valenciana. 

Además del GP de Valencia, Márquez se enfrentará a uno de los momentos que más emociones despiertan en la temporada : la prueba del próximo martes en Chester que pondrá en pista el prototipo de 2023. El corredor, precisamente, considera que su moto tendrá una mejor "adaptación" a Valencia que a Sepang e insiste en que quiere acercarse a los pilotos que marcan la delantera en la competición. 

“Creo que nuestra moto se adaptará mejor a Valencia que a Sepang, así que espero que podamos estar más cerca de los pilotos delanteros. Es una pista en la que he tenido buenos resultados en el pasado y en la que se dan carreras muy reñidas debido a su trazado. Sea como sea, creo que será un fin de semana emocionante para los aficionados, con los títulos de Moto2 y MotoGP en juego”, cerró. 

El adiós de Esparagó

Además de Marquéz, Pol Esparagó es otro piloto que se enfrentó a una temporada adversa. El piloto nunca logró adaptarse a las piezas que le ofreció el equipo y, después de un año atípico, tendrá, en Valencia, una carrera final en la escudería japonesa. 

“Va a ser un fin de semana muy emotivo, el último con el equipo Repsol Honda. Quiero dar las gracias a todos dentro de HRC, Repsol y el equipo por estos dos años. Juntos hemos vivido momentos increíbles y hemos luchado para superar los más difíciles. Valencia es un circuito que me gusta mucho, el año pasado no tuvimos suerte allí, pero quiero despedirme de todos con un fin de semana fuerte. Vamos a disfrutar de esta última carrera y a centrarnos en lo positivo que hemos conseguido juntos. Gracias a todos”, explicó el menor de los hermanos Esparagó.