Volver al quirófano es uno de los puntos más dolorosos en la carrera de un deportista. Al exigir a el cuerpo al máximo, las lesiones tarde o temprano afectan el desarrollo de las personas que viven del alto rendimiento. 

Marc Márquez es, precisamente, uno de los deportistas que, afectado por las lesiones, ha tenido que poner una pausa a su proceso. En el 2022, tras varios procesos en donde fue intervenido quirúrjicamente por los problemas de su brazo derecho, el corredor español regresó a las pistas e, incluso, concretó algunas victorias. 

Los triunfos significaron un alivio emocional. Cada lesión implica un desgaste anímico que induce a los deportistas a una lucha interna que, en caso de no ser interiorisada, generará intensas repercusiones. Márquez vivió las repercusiones. Las crisis y los posteriores momentos positivos. 

"Tras la lesión hice algunas buenas carreras, con velocidad, pero no me vale para ganar (el Mundial). Tengo que tener estabilidad y cuanto más ayude la máquina mejor será", dijo en una entrevista a Europa Press.

El año 2022 se traduce a un reto inmenso. El retorno a las pistas no compensa el tiempo fuera de ellas. Márquez, en ese contexto, se encuentra en un proceso de recuperación y espera encontrar su máximo desempeño en la próxima temporada. 

"Estoy con un tratamiento más específico para intentar buscar el cien por cien en ese brazo con cuatro operaciones, porque la obligación es estar en el Mundial. Estoy trabajando en ello para empezar en enero y llegar a mi máximo. En la pretemporada veremos en dónde estamos", cerró.