Con la duda llegó a Catar y con la misma incógnita se irá del país asiático. Luis Enrique sigue sin desvelar si continuará dirigiendo a la selección después del Mundial, hasta disputar la Final Four de la Liga de las Naciones o hasta quién sabe cuándo.
"Es lo que menos puede interesarme a mí y a todos los que formamos parte de la selección", respondió añadiendo que es una etapa que está "disfrutando mucho", pero sin fecha de caducidad. "No sé si será más larga o no. El objetivo ahora es hacer un gran Mundial y dar el mejor rendimiento. Luego tenemos tiempo de sobra para ver qué hacemos y cómo lo hemos hecho".
En su directo en Twitch también desveló que los problemas físicos de Morata y de Guillamón, que no se han entrenado junto a sus compañeros, no son graves. "Van a llegar todos en condiciones. Son pequeñas molestias. En Catar tienen el aire puesto fortísimo, hay que estar atentos con no resfriarse, pero nada preocupante lo de Álvaro (Morata)".
En cuanto al último en llegar, Alejandro Balde, Luis Enrique considera que se está adaptando muy bien. "Tener tantos compañeros de equipo le ayuda a adaptarse y a estar a gusto. Le he visto muy bien".
Las anécdotas
Entre pregunta y pregunta de los seguidores, Luis Enrique reconoció que es más de cerveza y de vino que de refrescos y que así se lo aconseja a sus jugadores. Desveló que le gusta el sushi y que "las hamburguesas tienen muchos carbohidratos" y las pizzas tampoco le gustan "porque odio el queso".
Habló sobre gustos musicales. "Me gusta todo tipo, pero la de un carroza como yo de 52 años". Y culturales. "Estoy obsesionado con los clásicos del estoicismo. Si tuviera que destacar alguno, 'El hombre en busca del sentido'".