El desfile fue toda una reivindicación por parte de los jugadores de los Kansas City Chiefs, que durante todo el curso han tenido que escuchar que no eran favoritos para el título. Así lo recordó Patrick Mahomes (27): “Antes de iniciar la temporada dijeron que estábamos en reconstrucción; no sé ni qué es eso. Por eso esto es para vosotros. Sólo quiero decir que apreciamos que estéis aquí con nosotros y os digo que esto es sólo el principio”, dijo el MVP de la Super Bowl LVII.
Es cierto que los Chiefs llegaron a la gran final sin ser los favoritos, pero una vez más la genialidad de su quarterback y del entrenador Andy Reid (64) les dieron un histórico triunfo por 38-35. Pese a que les pusieron por debajo, ellos siempre confiaron en sus posibilidades de vencer a los Philadelphia Eagles.
Los festejos se efectuaron en un recorrido que fue a lo largo de Pershing Road hasta Union Station, terminal de trenes que funciona desde 1914, frente a la cual se montó un escenario en el que terminó la fiesta con la exhibición del trofeo Lombardi, el MVP de Mahomes, y los discursos de los diferentes miembros de la plantilla.
Lejos de quedarse en el altar que eran los autocares que les transportaban, el ’15’ y su compañero Travis Kelce (33) se apearon varias veces para saludar a los aficionados que se agolpaban en las calles y acercarles el entorchado de campeones.
Destacó la vestimenta del ‘center’ Creed Humphrey (23), que exhibió una camiseta con la frase “cero capturas”. Hacía alusión a las veces que la defensa de los Eagles alcanzó a Mahomes durante la Super Bowl. Ninguna. Una zaga que había derribado en 78 ocasiones a los mariscales rivales durante la temporada.
Constantes reivindicaciones
Ya llevaba varias semanas avisando de que los Chiefs iban a por el campeonato y Travis Kelce volvió a recordar que nunca hay que dudar de ellos: "Los que nos odian decían que los Chiefs no llegarían a playoffs, pero ellos no conocían a Patrick Mahomes y a este equipo que tiene la mejor ofensiva de la NFL”, señaló el ‘tight end’.
Otro de los protagonistas fue el entrenador jefe, Andy Reid, que se mostró muy emocionado: "Estoy muy orgulloso de estos muchachos. No todos pueden presumir tener al mejor equipo del mundo, con los mejores jugadores del mundo, en la mejor organización de todas y sobre todo, a los mejores fanáticos. Los amamos”, expresó.
La cita se cerró con el resonar de los tambores y la afición entonando el cántico que siempre dirigen al equipo cuando juega en el estadio Arrowhead. Muy pocos tienen la oportunidad de alcanzar la gloria en la NFL y será un momento que recordarán por siempre.