Los dos mundos de los Charlotte Hornets: un ataque letal y una defensa hecha a cuadros
Un coche con motor último modelo pero con neumáticos averiados. Esa es la realidad que retracta la dualidad que viven los Charlotte Hornets. El equipo, 43-39 (10º Conferencia Este, clasificados de los play-in), goza de un ataque formidable, temido y envidiado y, también, tiene una defensa distante, alarmante, poco fiable, en resumen.
La desilución es un elemento común en los seguidores de los Charlotte Hornets. La más reciente, el mercado de traspasos. El resumen perfecto de la ventana de pases de verano del equipo de Carolina del Norte se traduce a una sentencia: cero caras nuevas en la rotación.
Altas de los Hornets
La apuesta de los Hornets toma como punto de partida un sistema de austeridad que, en escencia, deja a Mark Williams como el draft elegido por la empresa para sostener la columna vertebral. Gordon Hayward, en contraste, presenta la difícil tarea de liderar, redimir y potenciar a sus compañeros. El alero, sin embargo, da pasos hacia atrás. Sus últimas temporadas no han sido positivas y el club ve como una pieza clave de la plantilla exhibe matices.
Bridge, la salida más sonada
Los problemas legales de Miles Bridges, alero estadounidense, desembocaron en un acuerdo entre el jugador y los Hornets para finalizar su oferta cualificada de 7,9 millones de dólares. El baloncesista seguirá haciendo parte de la plantilla hasta marzo de 2023. Sin embargo, su incursión en la nómina de Steve Clifford es un punto económico: el equipo ha retenido los derechos del deportista hasta esa fecha. Acto seguido, terminará en condición de agente libre.
Confianza en LaMelo
LaMelo Ball, a diferencia de Bridges, demuestra solvencia, juventud y peligro. El base de 21 años fue, sin lugar a dudas, una de las sorpresas de la franquicia. Cuando todo empezaba a tomar vuelo para él, una lesión, un esguince de tobillo que sufrió en la pretemporada, pone en riesgo su andadura en el amanecer de la campaña 2022-2023.
Ball, que puso de moda la frase In LaMelo we trust, es un encaje fenomenal para Clifford. Su ausencia, en caso de ser confirmada, sería una baja de peso para una nómina con limitantes, que espera ganarse de nuevo un espacio en los Play-In de la NBA. LaMelo Ball tendrá la compañía de Terry Rozier. Los Hornest completan, de esa manera, un equipo de dos mundos: un ataque excelente y virtuoso y una defensa que no es sinónimo de seguridad.
En el banquillo, la situación es similar a lo ocurrido en el mercado de pases. Steve Clifford ante el sorpresivo giro de 180 grados de Kenny Atkinson. Clifford, quizás era el plan B, o C, o D de la franquicia. Sin embargo, la necesidad, y el tiempo, en especial el tiempo, jugaron en contra de la dirigencia, que prefirió contratar a un viejo conocido de la casa.
La predicción de Flashscore.es
Después de un movido mercado de fichajes -en especial por la polémica de Bridge-, los Hornets tienen la tarea de obtener un cupo en el Play-in y, de esa manera, igualar - o mejorar, si los rendimientos individuales lo permiten- el resultado de la campaña anterior.