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Las cifras dejan al Barça como el mejor equipo de la primera vuelta en defensa y en ataque

Rafael Gómez
Robert Lewandowski, delantero del FC Barcelona
Robert Lewandowski, delantero del FC BarcelonaAFP
El equipo de Xavi descansa en la primera posición de LaLiga con un saldo de 50 puntos de 57 posibles. La llegada de Lewandowski solventa la falta de gol que atormentó a la plantilla en las temporadas pasadas. La defensa emerge como la gran fortaleza blaugrana.

La mejor defensa, el arquero con más vallas en cero; una ofensiva que desprende un índice de efectividad envidiable. Una juventud que se establece en el once con madurez, solvencia y optimismo.

Los números son el método fiable que desnuda las carencias de un equipo y que, en otros casos, endulza las fortalezas. 

El Barça, el actual puntero de la tabla, desglosa unas cifras dignas de campeón. El club blaugrana es el rey de la primera vuelta de LaLiga. En defensa, en ataque. En creación, en retrocesos. 

La realidad es contundente. Tanto así que el Real Madrid se adapta semana a semana a los resultados que deja el Barcelona. El equipo catalán depende de sí mismo. Los 50 puntos de 57 posibles le permiten a Xavi ganar por la mínima o incluso ceder algún empate en el arduo camino que resta hasta el verano. 

De 19 partidos ganó 16. Empató dos y perdió uno. Sí, el Clásico ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

Las derrotas ya no hacen parte del día a día del Barcelona. Con Setién y Koeman se normalizó el dolor. Era cotidiano ver a los culés ceder terreno en campos que en teoría eran manejables. Con Xavi, en contraste, la situación ha presentado un giro de 180. El Barça después de muchos altibajos aprende a ganar. 

El ataque

El aterrizaje de Robert Lewandowski (34) en la Ciudad Condal le entregó confianza, experiencia y goles a una nómina necesitada. El polaco suma 14 tantos en su primera campaña como culé. El artillero ejerce un rol protagónico en el sistema de Xavi: define, es pívot, arrastra el marcaje de la defensa, desgasta. Con su aporte, el Barça es el segundo club con más goles de la primera vuelta (39). Sólo el Real Madrid (40) lo supera. 

En defensa

La solvencia defensiva nunca ha sido una de las fortalezas blaugranas. En el Camp Nou prevalece el juego llamativo. El tiki-taka. El fútbol total. Xavi, sin embargo, encontró en el clásico 4-3-3 un método prudente que le ha permitido encajar tan sólo 7 goles en 19 partidos. Transformando así al Barça en el plantel con menos goles en contra de la primera vuelta. 

El trabajo de Ter Stegen

Un buen equipo inicia con un excelente guardameta. Ter Stegen (30) es, sin duda, uno de los mejores porteros de Europa. El alemán es ante la retirada de Gerard Piqué uno de los nuevos capitanes del club y, además, dejó su arco en cero en 14 oportunidades. Sólo recibió más de dos goles en un partido en el Clásico. Realizó salvadas que le han valido los tres puntos al Barcelona en encuentros contra rivales directos. El teutón es uno de los responsables de la buena hora culé. 

Más allá de los números

Uno de los elementos que ha fortalecido Xavi en su etapa como entrenador del Barça es la integración del miedo. La salida de Lionel Messi (35) sin duda afectó al estado anímico de la plantilla. La juventud pasó factura en la primera temporada sin el argentino. La experiencia, la derrota y el hambre de títulos motivan a una nómina que encontró en Pedri (19) y en Gavi (18) dos motores que carburan cuando el equipo se muestra quedado. 

Pasó en el Metropolitano contra un Atlético de Madrid agresivo. La película se repitió el jueves ante un gran Real Betis. El Barcelona marca en el momento preciso y aguanta los resultados con serenidad. Sabe sufrir. Convive con el miedo y lo transforma. 

El trabajo de Xavi va más allá de los números. El de Terrasa ya suma un trofeo en su palmarés como director técnico blaugrana. Sobrevive en la Copa del Rey. Disputará la Europa League seguramente con el Manchester United y es líder en solitario de LaLiga. El optimismo regresa al Camp Nou. El Barcelona vive del presente y deja atrás esa pésima conducta de edificar unos cimientos con base en un futuro incierto.