La sede olímpica del remo y piragüismo, todo un rompecabezas logístico y de seguridad
El estadio náutico de Vaires-sur-Marne, única sede olímpica del departamento Sena y Marne en la periferia parisina, acogerá las carreras en línea de remo, además del piragüismo en eslalon sin interrupción del 27 de julio al 10 de agosto.
Situada a unos quince kilómetros al este de París, la base náutica de cinco hectáreas, renovada para los Juegos, está formada por un estadio de aguas bravas y un gran lago natural de dos kilómetros de largo.
Rodeado de inmensos bosques, el lago no cuenta con una protección particular y es accesible a todo el mundo, lo que preocupa a la policía local, encargada de asegurar el perímetro durante los Juegos.
"Es un lugar alejado de las barriadas de la periferia, que no es particularmente propensa al crimen, pero está completamente abierto", resume a la AFP Antoine Salmon, director interdepartamental de la policía de Sena y Marne.
En la sede departamental de la policía, en Melun, a unos cuarenta kilómetros al sur, un equipo reflexiona sobre el dispositivo de seguridad, con una foto satélite colgada de una pared.
Para "impermeabilizar" la base náutica, se instalarán varios kilómetros de rejas de obra encadenadas y cubiertas con lonas. Este cierre estará acompañado de cámaras, y numerosas patrullas de policía recorrerán el perímetro a pie, en bicicleta o a caballo.
El asunto se complica todavía más por los diferentes riesgos que se afrontan: "Puede ser un atacante aislado, un grupo, jóvenes que quieran acceder a la sede de día o de noche, un grupo radicalizado opuesto a la celebración de los Juegos Olímpicos...", enumera Antoine Salmon.
Coches, cercanías y lanzaderas
Para asegurar ese costoso dispositivo, que movilizará hasta 500 policías de manera simultánea, la policía ha requisado un estadio enfrente de la sede, que ejercerá de base de operaciones. "Queremos que los policías puedan reponerse y descansar, al igual que los caballos", indica el responsable de la policía.
El transporte de los espectadores durante los Juegos Olímpicos, unos 36.000 diarios según las previsiones de los organizadores, tampoco es una tarea fácil.
Como parte del objetivo de limitar el impacto medioambiental de los Juegos, París 2024 pide a los visitantes que utilicen el transporte público, y los coches están prohibidos en las cercanías de las sedes olímpicas.
Pero si bien la mayor parte de las demás sedes están situadas en la zona urbana de París y son fácilmente accesibles, esta base náutica se encuentra relativamente alejada de cualquier estación de tren importante.
La más cercana, la de Vaires-Torcy, se encuentra a dos kilómetros, cerca de 25 minutos a pie, y tan sólo es utilizada por la línea ferroviaria Transilien P, que comunica con la estación del este de París.
Para facilitar la circulación del público, habrá lanzaderas gratuitas con origen y salida desde dos estaciones de tren cercanías RER un poco más alejadas (a 10 y 20 minutos en coche), en Chelles (RER E) y Bussy Saint Georges (RER A). Estas dos líneas llegan al centro de París.
Para los habitantes de la zona que decidan, a pesar de todo, acercarse en coche, "de aquí a final de mes habrá un mapa de parkings" que estarán situados a "2 o 3 estaciones" de distancia en RER o Transilien de la sede, indica a la AFP la autoridad que gestiona el transporte público en la región parisina Île de France Mobilité.
Será necesario aparcar, utilizar el tren y terminar el trayecto a pie o en lanzadera.