La Oranje catará los octavos como líder en el adiós del peor anfitrión de la historia(2-0)
Hay momentos en la vida que se convierten en inolvidables. Lo que no quiere decir que vayan a ser en el futuro recuerdos positivos. En ocasiones, se transforman en la peor pesadilla que un ser humano pueda sufrir, cuando darías todo por poder darle al botón de borrar y volver a empezar, que seguro que así saldría mejor. No es posible en la vida real, no existe esa opción ni por muchos petrodólares que poseas. Y eso, el peor sueño posible, es lo que le ha sucedido a la selección de Catar en su Mundial. Han hecho el ridículo. Son ya la peor anfitriona en los 92 años de historia de las Copas del Mundo al perder los tres partidos que han disputado.
Parece mentira que este mismo combinado sea el actual campeón de Asia. Porque aparece en los documentos oficiales, de otro modo sería para no creerlo. Los del técnico español Félix Sánchez no han demostrado nada más que ser unos futbolistas voluntariosos, pero también inocentes como un bebé, sin una idea clara de qué hacer con el balón y sin concepto defensivo alguno con el que proteger su portería. Y, por supuesto, incapaces de soportar la presión de jugar en casa.
Gakpo, un tesoro neerlandés
Ante Países Bajos, como frente a Ecuador o Senegal, ofreció bien poco. Ya estaba eliminada, pero al menos un poco de orgullo no habría venido mal. Ni por esas. Fue encajar el gol de Gakpo a punto de alcanzar la media hora de juego y casi pedir perdón para que no le volviesen a marcar. A los neerlandeses no les hacía falta nada más para ser primeros de grupo y no iban a arriesgar. Pero los anfitriones… ni por esas salieron de la cueva.
Sí que lo habían intentado en los primeros minutos, especialmente por su izquierda, la que defendía el neerlandés Dumfries. Por allí, Hassan y Afif profundizaron en alguna que otra oportunidad, pero sus tímidos centros siempre los despejaba un imperial Van Dijk. O alguna arrancada desde atrás de Pedro Miguel y de Khoukhi. Pero la realidad es que Noppert sólo tuvo que intervenir una vez y fue a disparo, muy flojo, de Haydos.
Frenkie de Jong es otro en su selección
Mientras, la Oranje mandaba a un ritmo cansino hasta que Memphis y Gakpo se asociaron y rompieron la nutrida defensa blanca para que este último anotase su tercer gol mundialista. El futbolista del PSV Eindhoven aumentó un poco más su caché con un nuevo tanto que daba el pase a octavos como líder de grupo.
El guion no iba a cambiar, al contrario. Nada más reanudarse el encuentro, Frenkie de Jong, más suelto que cuando actúa en el Barça, anotó el segundo tanto. Hubo un rechace espectacular de Barsham a disparo a quemarropa de Memphis y, ante la pasividad de la zaga, el azulgrana se adelantó a todos. Ganas se le llama a eso. La cara de los cataríes era un poema tanto en la grada, que esta vez no huyeron en masa, como en el terreno de juego, donde se miraban los unos a los otros pidiendo clemencia. Van Gaal no tenía que hacer correcciones en su libreta, ni siquiera pensar en lo que ocurría en el Ecuador-Senegal. El duelo eran tan plácido que si hubiesen bajado al césped los familiares de los tulipanes, el resultado no habría cambiado.
Berghuis se quedó con las ganas de marcar
La única alegría que se pudieron llevar los seguidores locales, y que celebraron como si hubieran marcado, fue cuando anularon el gol de Berghuis por una mano previa de Gakpo.
No hubo casi nada más que contar, salvo que los neerlandeses se relajaron aún más y sólo entonces Catar pudo asomarse a los dominios de Noppert. Pero el que estuvo a punto de anotar otra vez fue Berghuis. Y de nuevo se quedó con las ganas cuando su zurdazo se estrelló en el larguero.
Al final, cómodo triunfo de Países Bajos y la confirmación de que el inofensivo rival no tiene nivel para competir.
Jugador Flashscore del partido: Frenkie de Jong.
Todos los detalles del partido, en el siguiente enlace: Países Bajos-Catar.