La justicia condena al presidente de la Federación Francesa de Rugby por corrupción
El tribunal correccional de París condenó a Laporte a dos años de prisión con suspensión de pena y a 75.000 euros de multa (79.900 dólares) por beneficiar a Altrad en una serie de decisiones.
Una de estas fue el patrocinio en la camiseta de la selección francesa, con el que había acordado un contrato de imagen secreto que se tradujo en el pago sin contrapartida de 180.000 euros (191.000 dólares) en 2017.
Por estos mismos hechos, el presidente del Grupo Altrad y propietario del club Montpellier Hérault Rugby (MHR) fue condenado a 18 meses de prisión en suspenso y a 50.000 euros de multa (53.200 dólares).
Condenado por corrupción y tráfico de influencias, al presidente de la FFR se le prohíbe también ejercer cualquier cargo en el mundo del rugby durante dos años, una pena que queda suspendida en caso de apelación.
Su abogado, Jean-Pierre Versini-Campinchi, indicó a la AFP que recurrirá la condena. El letrado de Altrad, Antoine Vey, aseguró en cambio que estudiarán el veredicto antes de decidir si recurren en apelación.
Sin embargo, la oposición a Laporte en el seno de la FFR pidió ya su dimisión y la del comité de dirección, a menos de un año del Mundial de Rugby previsto en Francia en septiembre y octubre de 2023.
"Es algo inaudito en el rugby, es un sismo. Nunca hemos visto a un presidente de Federación condenado a dos años de prisión, incluso si es en suspenso. Es impactante", dijo a la AFP Florian Grill.
La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, indicó a la AFP que la condena de Laporte "dificulta" su continuidad al frente del rugby galo, máxime cuando Francia se dispone "a recibir las naciones de todo el mundo".
World Rugby, la instancia dirigente del rugby mundial, dijo por su parte "tomar nota" de la decisión judicial sobre su vicepresidente y anunció una reunión en las próximas horas.
Para la justicia, la corrupción se confirmó con la atribución en 2018 del primer contrato de patrocinio de la camiseta de los Bleus al Grupo Altrad, en un proceso que enfureció a los socios históricos de la selección.
Al jefe de la FFR desde 2016 también se le declaró culpable de haber favorecido en varias ocasiones al club MHR de Altrad para reducir una sanción disciplinaria o confirmar el aplazamiento de dos partidos.