Hubo de todo en Motegi, una vez más con los españoles como protagonistas, tanto por lo bueno como por lo malo. Parecía un día más para Aleix Espargaró, que tenía una buena oportunidad para recortarle puntos a Fabio Quartararo, muy reforzado sin hacer una buena carrera (acabó octavo). El francés se consolida en la primera posición, no tanto por méritos propios, sino por los puntos que no sumaron sus principales rivales. El australiano Jack Miller, sexto ganador distinto del campeonato, conquistó Japón sin apuros y batiendo el récord de vuelta rápida en un par de ocasiones. Lideró desde la tercera vuelta y nadie lo movió de ahí.
Partía desde la pole position Marc Márquez, pero le duró muy poco porque fue rebasado en la primera curva. Aun así, a sabiendas de que su lucha no estaba en el podio, sobre todo porque el día estaba soleado y este fin de semana había destacado con el asfalto mojado, hizo su carrera y estuvo quinto durante la mayor parte de la misma. Al contrario que la mayoría, el catalán salió con neumático blando atrás. En la vuelta 22, ante más de 30.000 espectadores, consiguió imponerse a Miguel Oliveira para terminar cuarto.
Sonrisas y lágrimas para los españoles
La peor noticia de la jornada tuvo lugar en esa vuelta de calentamiento. Espargaró notó que algo fallaba en su moto y tuvo que acudir rápidamente al pitlane para hacer el cambio sin evitar que la primera cayera al suelo, aunque poco le importaba porque había que salir de forma inmediata. Partió con mucha desventaja y esa distancia fue imposible de salvar. Tenía como única aspiración puntuar, pero tampoco hubo muchos abandonos y Aleix se marchó de vacío en Japón. Ya no queda ningún piloto que haya sumado en todos los grandes premios.
En el lado opuesto, en el de la alegría, aparece la sonrisa de Jorge Martín. El madrileño fue segundo durante mucho tiempo, sin ninguna posibilidad de alcanzar a Jack Miller, pero acabó perdiendo el puesto en favor de Brad Binder. Aun así, gran actuación para un piloto que no se subía al podio desde el GP de Cataluña, aquella cita en la que el mencionado Aleix Espargaró acaparó todos los titulares tras creer que la carrera había terminado cuando aún quedaba una vuelta más.
Además, Marc Viñales llegó en séptima posición, con un rendimiento muy regular y constante en tierras niponas. Se tuvieron que conformar con ser duodécimos y decimoterceros, respectivamente, Pol Espargaró y Álex Márquez, mientras que Raúl Fernández acabó en el puesto 18. Álex Rins, sin embargo, abandonó tras pinchar. Desastroso día para Suzuki porque Tsuda, el sustituto de Mir, tuvo que bajarse de la moto cuando esta empezó a arder.
Quartararo, más líder sin Espargaró ni Bagnaia
Más allá de lo que le ocurrió al de Granollers, el otro nombre propio, por lo que había en juego en la lucha por el liderato, es el de Francesco Bagnaia. El piloto de Ducati Lenovo Team -quizá más tristes que felices- se cayó en la última vuelta y su reacción no fue otra que la de aplaudir. Era noveno en ese momento tras adelantar a su compatriota Enea Bastianini y tenía por delante, precisamente, a Fabio Quartararo, igual que en la clasificación general. El octavo puesto le sabe mejor que el mejor mochi de Japón. Quedan cuatro carreras y le saca 18 puntos al italiano y 25 al español.