Isco se reencuentra con el Bernabéu, donde (casi) siempre fue muy querido
Isco Alarcón fue uno de los grandes refuerzos del Real Madrid en el verano de 2013. El Málaga comenzaba su declive tras la aventura en Europa y las deudas le obligaban a desprenderse de sus mejores activos, a los que no podía mantener. Y ahí apareció Florentino Pérez, que pescó en el Guadalmedina y se llevó al centrocampista, por entonces una promesa que ya era real pese a sus 21 años.
El internacional español, al que el Valencia dejó escapar por tan solo seis millones de euros, fue el líder del conjunto blanquiazul en las dos temporadas que disputó en la Costa del Sol. Disputó 32 partidos en la temporada que valió un cuarto puesto y se erigió como líder, un año más tarde, en la máxima competición continental. El primer gol de su equipo en la Champions, de hecho, lo anotó el propio Isco, que anotó otros dos más. En LaLiga, además, faltó tan solo a un único encuentro y marcó nueve dianas.
La trayectoria de Alarcón en el Real Madrid vivió diferentes episodios. A nivel de títulos, sin lugar a dudas, hablamos de una experiencia muy exitosa, aunque con el amargo sabor de esa quinta Copa de Europa que no le computa oficialmente. Más allá de eso, conquistó una Copa del Rey, tres trofeos ligueros, tres Supercopas de Europa, otras tres de España y cuatro Mundiales de Clubes. En lo deportivo y en lo económico, su paso por la capital fue todo un acierto.
Pero Isco tuvo un papel protagonista durante varias campañas. En su primer lustro como blanco, llegó a los 30 partidos en LaLiga, en muchos de ellos como titular, e incluso dejó atrás la barrera de los 2.500 minutos -sumando todas las competiciones- en su estreno. Respecto al apartado estadístico, destacan la temporada 2013/14 (11 dianas y nueve pases de gol) y la siguiente (seis tantos y 13 asistencias, las mismas que en la 2016/17, sobresaliente también de cara a portería -con 10-).
Las dos caras del Bernabéu
La afición del Real Madrid ha pitado a sus mayores ídolos... e Isco no iba a ser menos. El malagueño, poco conforme con la actitud del público, llegó a enfrentarse de manera desafiante. La tensión del momento y la frustración por no rendir al máximo nivel le hicieron asumirlo de esa manera. Aun así, como el propio jugador explicó poco después, es algo de lo que no muchos futbolistas -de cierta relevancia- se han librado.
Este sábado (21:00 horas), Isco se reencuentra con la que fue su gente durante casi una década, ahora con la camiseta del Sevilla. El adiós del mediapunta, por el contexto de celebración tras el doblete, se produjo de forma grandilocuente y con muchos aplausos. Hasta Bale o Jovic fueron bien recibidos en el cierre de la campaña 2021/22. El Bernabéu volverá a hablar sobre la figura del malagueño, que, seguramente, recibirá su pertinente ovación después de nueve años vistiendo de blanco.