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Victor Osimhen: una leyenda en ciernes que conduce al Nápoles hacia su tercer Scudetto

Michel Jreissati
Osimhen celebra con la afición el partido contra el Torino.
Osimhen celebra con la afición el partido contra el Torino.Profimedia
De una infancia dura y rechazos tempranos, pasando por una lesión tras otra hasta liderar al Nápoles en una época histórica. Ésta es la historia de Victor Osimhen (24).

Osimhen creció con muy pocas posibilidades de tener un futuro prolífico. Era el menor de siete hermanos, vivía en un piso de dos habitaciones y perdió a sus padres a una edad temprana. El nigeriano no tenía muchos sitios donde buscar y en el fútbol encontró la respuesta.

Empezó formando parte de la academia Ultimate Strikers, lo que le permitió brillar, y pronto empezó a levantar expectación en Nigeria. A continuación, fue enviado a la selección nigeriana sub-17 -también conocida como los Golden Eaglets-, e hizo parte del equipo que viajó al Mundial de Chile en 2015.

Osimhen fue una estrella para la plantilla, ganando el balón de plata y la bota de oro cuando el interés pasó de local a internacional.

En enero de 2017 firmó un contrato de tres años y medio con el Wolfsburgo. En Alemania es donde el cuento de hadas se encontró con la realidad y quizás la crueldad del deporte rey.

El traspaso al Wolfsburgo no fue ni mucho menos lo que el delantero habría soñado, ya que el club estaba inmerso en una lucha por el descenso y sufría constantes cambios de entrenador. Para el joven Osimhen fue difícil prosperar, sobre todo con un cambio de ambiente casi radical, de una academia nigeriana a la máxima categoría alemana.

"Todo era diferente", afirma. "La comida, el clima, el idioma, la forma en que me trataba la gente".

A pesar de una operación en el hombro y de estar recuperándose de la malaria, aprovechó la oportunidad y se marchó cedido al Charleroi belga, donde por fin empezó a encontrar su potencial. Con 20 goles en 36 partidos, regresó definitivamente al buen camino.

Su paso por Bélgica duró poco. En poco tiempo regresó a las cinco mejores de Europa, con un traspaso al Lille: 13 goles en 27 partidos, con notables actuaciones en la Liga de Campeones y goles contra grandes, el único camino para Osimhen era el ascenso.

Le llegó el momento más importante de su trayectoria futbolística: fichar por el  Nápoles. La llegada al sur de Italia lo convirtió en el jugador africano más caro de la historia, con una traspaso de 70 millones de euros- que podría ascender a 80 millones con cláusulas adicionales -. La operación es, además, la séptima más cara de la Serie A. 

Y a diferencia de muchos de los fichajes récord del fútbol mundial, Osimhen no se dejó intimidar por el precio y ha venido demostrando su valía en los últimos tres años.

Hacerlo no fue ni mucho menos una hazaña fácil, pues su inevitable enemigo volvió a golpearle. El nigeriano acumuló una exigente cantidad de lesiones, perdiéndose más de 45 partidos desde su llegada a Italia.

Apenas tres meses después de poner el lápiz sobre el papel, Osimhen sufrió un horrible incidente: se rompió la nariz y se le salió un ojo de la órbita. Tuvo que soportar tres horas de operación, con tres cortes en la cara, seis placas y 18 tornillos para ayudarle a recuperarse.

Dos meses después, estaba de vuelta en el campo.

Algunos podrían haber pensado que su difícil comienzo en Italia era el signo de otro delantero maldito: el Nápoles ha estado luchando por encontrar un número nueve prolífico, productivo y constante desde la marcha del antes adorado y ahora odiado Gonzalo Higuaín.

El argentino había batido el récord de goles en una temporada de la leyenda del club Diego Armando Maradona, con 36, y era parte integrante del equipo de Maurizio Sarri, que estuvo a punto de ganar el Scudetto en varias ocasiones.

Sin embargo, Osimhen volvió a demostrar que la gente estaba equivocada. En su segunda temporada, anotó 14 goles y creó dos en 27 partidos, y fue galardonado con el premio al mejor jugador joven de la Serie A para la campaña 2021/22.

Para ese entonces ya se había convertido en titular indiscutible cuando estaba en forma, y gran parte del peso y las expectativas recayeron sobre sus hombros con la llegada de nuevos compañeros y estrellas más jóvenes en el verano de 2022.

Las salidas de leyendas del club y de grandes nombres como Lorenzo Insigne, Dries Mertens, Kalidou Koulibaly o Fabián Ruiz, entre otros, crearon la idea de que el equipo que podría haber aspirado al Scudetto se había disuelto y que el periodo venidero sería de reconstrucción, algo que parecía destinado a disgustar a los habitantes de Nápoles.

Sin embargo, el técnico Luciano Spalletti, con sus nuevos fichajes y Osimhen, tenía otras ideas.

El nigeriano se convirtió en el líder de un equipo a punto de entrar en la historia, ya que se clasificó para cuartos de final de la Liga de Campeones por primera vez en su historia y está a punto de ganar el Scudetto por primera vez en tres décadas, una hazaña que se completó por última vez antes incluso de que Osimhen naciera.

En las tres últimas temporadas, el Nápoles ha estado cada vez más cerca de la cima, pero se ha quedado a las puertas: séptimo, quinto y tercero.

Spalletti, que llegó en el verano de 2021, prometió escribir su propia historia y hacer de su segunda temporada un récord. El maestro italiano creó un Nápoles que ha asombrado al mundo al desafiar los pronósticos y las expectativas, instaurando un fútbol pegadizo e intenso con el transformado Osimhen en el centro de todo.

El líder del banquillo apreció la versatilidad de su delantero como cazagoles, que quedó patente en su gol contra la Roma en casa: En ese gol hay de todo, calidad técnica, carácter para hacer malabarismos con el balón entre dos defensas, y luego metió ese cohete en la red, porque realmente tiene un cañón por pie".

"Tiene fuerza física, acepta el reto, se echa atrás para ayudar, es bueno en el juego aéreo. Es el paquete completo".

El nigeriano ha contribuido con 30 goles en 29 partidos, viendo puerta en 25 ocasiones. Spalletti ha sacado el máximo partido de sus dotes y aptitudes naturales, así como de sus habilidades adquiridas, empujándole a ser el mejor delantero posible.

Conocido por su velocidad, Osimhen tiene una forma única de pasar por encima de los defensas con o sin el balón, registrando una velocidad de sprint de 34,3 km/h, y cuando eso no prevalece, el nigeriano se apoya en su figura de 185 cm para rozar a los defensas y mantener la compostura cuando se ve presionado, capaz de marcar desde ángulos imposibles.

Por tierra o por aire, ocho de sus goles esta temporada han llegado con la cabeza.

Su cabezazo contra el Spezia batió nada menos que el récord de salto de CristianoRonaldo, con un salto de 2,58 metros para alcanzar el balón y cabecearlo entre dos adversarios.

Mezcla perfecta de velocidad y físico, Osimhen sigue siendo un delantero centro de manual, que marca todos sus goles desde dentro del área. Pero también tiene cualidades modernas.

"En cuanto al doblete de Victor Osimhen, su capacidad de remate de cabeza es fenomenal, ya sea atacando el primer palo o subiendo alto en el segundo", declaró Spalletti a los periodistas tras la victoria por 4-0 en Turín.

"Es como un dragón de dos cabezas. Una vez más ha demostrado su calidad, no sólo como delantero, sino como futbolista completo. Es un jugador realmente generoso".

En otras palabras, presiona muy arriba cuando no tiene la posesión, lo que le favorece mucho a los ojos de su técnico, que aprecia la intensidad de sus jugadores de ataque.

"Osimhen es un gran delantero. Estoy asombrado por el potencial inexpresado que tiene y emocionado por ver lo que hará en el futuro. Hubo esos dos o tres balones por la línea de banda y él tiene la velocidad, la habilidad, el coraje y el físico para afrontar esas situaciones.

"Después de todo, se rompió la cara un par de veces porque va a por todos los balones. Todavía tiene mucho margen de mejora".

Ésas fueron las palabras de Spalletti después de que su equipo derrotara al Juventus en un histórico 5-1.

Ya en febrero, el alumno elogió también al maestro, explicando su efecto secreto en él y en el equipo: "Spalletti siempre me empuja a dar lo mejor de mí, es un entrenador muy bueno y muy exigente.

"Quiere que cada jugador pueda expresarse al máximo, y nosotros le seguimos porque estamos haciendo un trabajo extraordinario, que se nota en el juego y en los resultados".

El delantero también ha reconocido el beneficio que ha tenido en su rendimiento jugar a las órdenes de Spalletti y ha calificado ésta como su mejor temporada hasta la fecha.

"Esta es sin duda la mejor temporada de mi carrera, me siento muy bien mental y físicamente, y estoy feliz de poder seguir así para alcanzar grandes metas", concluyó.

La asociación de Osimhen con sus compañeros de ataque, especialmente con la fogosa Khvicha Kvaratskhelia, ha sido una parte fundamental del éxito del equipo, ya que han contribuido a 50 de los 64 goles del Nápoles en la Serie A.

Un dúo atacante que ha llamado la atención de Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, campeón de la Liga de Campeones: "Kvaratskhelia es un gran jugador, lo está haciendo muy bien con Victor Osimhen, son muy eficaces.

Osimhen ha demostrado una y otra vez su calidad, un número nueve polivalente con un olfato de gol único, respaldado por sus cualidades físicas y técnicas, el mayor empuje que ha tenido el club en décadas y un equipo y una plantilla con los que se lleva a la perfección.

No obstante, el nigeriano ha sido vinculado a grandes nombres como el PSG, el Manchester United y el Chelsea, por lo que aún está por ver si permanecerá en el sur de Italia y cimentará su rico legado o buscará la gloria en otro lugar.

La leyenda del Nápoles se relaciona a menudo con el fallecido Diego Armando Maradona, que condujo al equipo a su época dorada y a la conquista del Scudetto en 1990. Acercarse a él no es tarea fácil, muchos lo han intentado pero han sucumbido a la presión y se han quedado cortos en innumerables ocasiones.

Sin embargo, el chico de Lagos parece estar cerca de cambiar esa situación. La pregunta es: ¿le basta con un Scudetto para ser admitido entre los grandes Paretnopei, o será un triunfo aún más histórico, sin precedentes, como levantar un trofeo de la Liga de Campeones, el requisito de entrada?

Una parte de la respuesta a esa pregunta se encontrará el miércoles por la noche, cuando el Nápoles reciba al AC Milan en cuartos de final de la Liga de Campeones, otra ocasión para que Osimhen dé un paso al frente tras perderse un par de partidos por lesión.