Por fin el Nápoles, un gol de Osimhen desata las celebraciones en Udine y en el Golfo - VÍDEO y FOTOS
Tuvo que ser un fogonazo de Victor Osimhen el que diera la victoria al Nápoles en el campeonato. Ante unUdinese que no quiso regalar nada, que saltó al campo con la rabia justa y las ganas de arruinarle otra fiesta a los partenopei, el rayo del nigeriano bastó para llevar el Scudetto al Golfo.
El sufrimiento de una ciudad, sublimado en un partido más difícil de lo esperado, con los anfitriones friulanos vendiendo cara su piel, adelantándose con Lovric al cuarto de hora. El Nápoles parecía aturdido, esclavo de su excesiva belleza. Una belleza que no pudieron reproducir de ninguna manera en el Dacia Arena. Una belleza que no se reproducía en todo su potencial, debido a una enorme tensión que bloqueaba a todo el equipo.
Luego, en la segunda parte, el rayo de Osimhen. Un rayo de furia, creado de la nada en un balón muerto al que el nigeriano dio vida. Una vida de Scudetto, la tercera de un equipo que este año dominó el campeonato desde el primer hasta el último momento, aunque al final le faltara el aire. La falta de aliento de los que siempre creyeron en ello, pero que sintieron la fatiga a pocos metros de la línea de meta. Luego, el sprint decisivo del velocista, el sprint rebelde, romántico, relampagueante. El sprint por el Scudetto. Un Scudetto esperado 33 años.
No faltaron momentos de tensión en el pitido final, con los ultras de la curva norte de Friuli invadiendo para enfrentarse a los napolitanos.
Aficionados friulanos y napolitanos se enfrentaron en el terreno de juego.
Celebraciones en Udine y Nápoles, donde los aficionados se echaron a la calle y dieron rienda suelta a su alegría por haber ganado su tercer Scudetto.