Esta vez no lo ha conseguido. Tras superar un cáncer de páncreas en 1997, sustituir una válvula aórtica defectuosa en 2016 y pasar la COVID-19 en septiembre de 2020, Silvio Berlusconi sucumbió a una leucemia mielomonocítica crónica.
El ex presidente del conjunto de Bérgamo y hasta ahora propietario del Monza ya había estado hospitalizado entre el 24 y el 30 de marzo en San Raffaele por una insuficiencia respiratoria, y luego regresó a casa para pasar el Domingo de Ramos, agradeciendo los numerosos mensajes que había recibido durante su hospitalización: "Ya estoy de vuelta para trabajar en los principales asuntos de estos días", declaró con un poco de chulería clásica.
Su estado siguió siendo preocupante pero estable durante los meses siguientes, hasta que hace dos días volvió a ser ingresado para lo que se denominaron "exámenes programados" de leucemia mielomonocítica crónica.
Esta vez tuvo que rendirse ante una enfermedad que no deja salida. Con su muerte se va un gran pedazo de la historia italiana. Una historia llena de éxitos, episodios polémicos, escándalos, investigaciones y misterios en el ámbito político, pero también de victorias en el deportivo. Con Berlusconi como presidente o propietario, el Milan ganó ocho campeonatos italianos, una Coppa Italia, siete Supercopas nacionales, cinco Ligas de Campeones, dos Copas Intercontinentales, cinco Supercopas de la UEFA y una Copa Mundial de Clubes de la FIFA, para un total de 29 trofeos oficiales en 31 años.