El Nápoles remonta al Hellas Verona con un remate de Ngonge y un trallazo de Kvaratskhelia
En el estadio Maradona de Nápoles, Mazzarri necesitaba una victoria para seguir peleando por la Champions, pero debía enfrentarse a un Verona necesitado de puntos con vistas a la salvación. Ambos equipos han trabajado mucho el mercado. El Nápoles ha traido a Ngonge, Mazzocchi, Dendocker, Traoré, pero ha tenido que prescindir momentáneamente de Osimhen y de Anguissa, este último ya de vuelta y titular ante el Verona, disputando la Copa de África. Muchas caras nuevas también para el Verona con nueve fichajes y quince bajas.
Mazzarri confío en Simeone como delantero centro, con Kvara y Polititano a ambos lados. La bisagra del centro del campo la forman Cajuste, Anguissa y Lobotka. Baroni lanzó a Noslin, el ex delantero holandés del Fortuna Sittard, desde el primer minuto, apoyado por Suslov, Folorunsho y Lazovic en la línea de tres cuartos.
El Nápoles empezó bien, Kvaratskhelia parecía especialmente inspirado, pero se encontró en su camino con un insuperable Montipò, que repelió sendos disparos peligrosos. Con el paso del tiempo, sin embargo, los locales perdieron intensidad y el Verona pudo descansar, aunque sin crear gran peligro. El resultado no se movió y los dos equipos se fueron al descanso con 0-0.
Llegan los goles
La segunda parte comenzó con el Verona merodeando el área partenopea, cuando un centro de Duda encontró a Coppola que, delante de la portería de Gollini, mandó el balón fuera por poco.
El Nápoles siguió presionando, pero fue el Verona el que creó peligro al contragolpe, encontrando en la segunda parte los espacios que no había tenido en la primera, y en el minuto 72 se adelantó sorprendentemente por mediación de Coppola, que cabeceó por encima de Mazzocchi un saque de falta de Suslov y batió a Gollini.
Sin embargo, la ventaja duró poco, porque siete minutos después el Nápoles encontró el empate por mediación de su nuevo fichaje, Ngonge, tras una asistencia de Lindstrom. El desvío de Dawidowicz hizo el resto.
Los cambios impulsaron al Nápoles, que en el final, tras un contragolpe desperdiciado por Simeone a asistencia de Kvaratskhelia, encontró el gol de la victoria con el georgiano, que desde el borde del área metió un derechazo por la escuadra: 2-1. El Nápoles obtuvo así una trabajada victoria e igualó a la Roma en la sexta plaza con 35 puntos. El Verona es antepenúltimo con 18.