El Inter y la Juve protagonizan un partido loco para hacer más líder al Nápoles (4-4)
Tras 10 minutos de cautela, el partido se animó cuando el Inter dispuso de un penalti tras una torpe entrada de Danilo. Marcus Thuram se coló delante del brasileño en su intento de despeje, entró en contacto con él y provocó la pena máxima, que Piotr Zielinski transformó en gol.
Esto despertó a la Vecchia Signora, que sólo necesitó cinco minutos para restablecer la igualdad. Un gran pase de Juan Cabal encontró la carrera de Weston McKennie y el estadounidense mostró una gran compostura al ceder el balón para que Dusan Vlahovic rematara a la red.
Los hombres de Thiago Motta tomaron impulso y no tardaron en adelantarse. Francisco Conceicao engañó a Henrikh Mkhitaryan, se fue en velocidad y asistió para que Timothy Weah, libre de marca, introdujese el balón a portería vacía.
San Siro estaba conmocionado, pero antes del descanso llegarían dos goles más, ya que los nerazzurri volvieron a darle la vuelta al partido.
En primer lugar, un bonito ataque del Inter culminó con una jugada entre Marcus Thuram y Mkhitaryan. El armenio acabó enviando su disparo al fondo de las mallas juventinas.
A continuación, los hombres de Simone Inzaghi recibieron otro penalti a favor por una falta casi idéntica, esta vez fue Pierre Kalulu el culpable.
Zielinski volvió a facturar desde los 11 metros, con un disparo raso y duro que se coló en la portería de Michele Di Gregorio, aunque el guardameta adivinó la trayectoria.
El descanso llegó en un buen momento para los bianconeri, pero fueron incapaces de reagruparse y volvieron a caer en desventaja a los ocho minutos de la reanudación.
Denzel Dumfries envió el balón a la jaula en un saque de esquina, tras errar inicialmente en su remate.
Federico Dimarco, del Inter, se mostró muy seguro durante todo el encuentro, y vio cómo un venenoso disparo lejano era salvado en el primer palo, antes de que Lautaro Martínez cabeceara muy por encima del larguero su remate a la salida de un saque de esquina.
Esos fallos se pagaron caros, ya que la Juventus redujo la desventaja a la contra por mediación del suplente Kenan Yildiz. Dumfries concedió al joven turco demasiado tiempo con el balón y Yildiz le castigó con un disparo cruzado, superando a un impotente Yann Sommer.
El guardameta suizo estuvo mucho más cerca en el siguiente intento de Yildiz, pero no pudo hacer nada, ya que el disparo raso le superó y puso el 4-4 en el marcador.
Una victoria para cualquiera de los dos equipos habría sido duro para ambos, por lo que quizás fuera justo que el botín se repartiera tras un auténtico clásico.
La Juventus sólo había encajado un gol en liga en toda la temporada, por lo que fue una sorpresa recibir cuatro en una noche. Con este empate, el equipo de Motta se sitúa a cinco puntos del Nápoles, mientras que los nerazzurri tienen un punto más.