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La multimillonaria liga de fútbol saudí, una obra en curso

AFP
Ronaldo sigue siendo la estrella de la Saudi Pro League
Ronaldo sigue siendo la estrella de la Saudi Pro LeagueAFP
Cualquiera que esperase resultados inmediatos del derroche sin precedentes de Arabia Saudí en estrellas del fútbol probablemente se haya sentido decepcionado, ya que el gasto multimillonario ha dado lugar a una temporada desigual, sin ningún trofeo internacional hasta la fecha.

A pesar de la pirotécnica presentación el año pasado de superestrellas como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Neymar, la nueva Liga Profesional Saudí ha proporcionado pocos fuegos artificiales desde entonces.

El sábado, el Al Hilal conquistó su cuarto título en cinco años a falta de tres jornadas, incluso sin Neymar, lesionado en octubre con la selección brasileña.

Ninguno de los equipos saudíes alcanzó la final de la Liga de Campeones asiática, el anfitrión, Al Ittihad, quedó eliminado en la segunda ronda de la Copa Mundial de Clubes disputada en Yeda, y la selección saudí de Roberto Mancini cayó en octavos de final de la Copa Asiática.

El Al Hilal fue tan dominante que ganó 34 partidos consecutivos en todas las competiciones -un récord para un equipo de la máxima categoría- y sigue invicto en la Pro League.

Victorias por 9-0, 7-0 y 6-1 pusieron de manifiesto el abismo que separa al Al Hilal, uno de los cuatro clubes comprados el año pasado por el Fondo de Inversión Pública, el vehículo soberano de Arabia Saudí financiado con petróleo, del resto.

El Al Hilal, el Al Nassr de Ronaldo, el Al Ahli de Riyad Mahrez y el Al Ittihad, equipo de Benzema, ocupan cuatro de las cinco primeras posiciones de la tabla.

"La falta de un reparto adecuado de jugadores entre todos los equipos creó una clara brecha entre los grandes y los pequeños y mató la competición en favor del Al Hilal", declaró a la AFP Mohamed Mandour, periodista parisino del sitio web Sportsdata.

Llega el Mundial

Los administradores de la liga, también recién contratados, afirman que se trata de un proyecto a largo plazo y que llevará tiempo alcanzar su objetivo: convertirse en una de las cinco mejores competiciones nacionales del mundo según parámetros como la calidad de los jugadores, la asistencia a los estadios y el éxito comercial.

En el horizonte ya se vislumbra el año 2034, cuando Arabia Saudí, deseosa de presentar una nueva imagen y prepararse para la era post-petróleo, se convierta en el segundo país del Golfo en organizar la Copa Mundial, tras su vecino Catar en 2022.

El gasto de 887 millones de euros del verano pasado en jugadores, sólo superado por el de la Premier League inglesa y sin precedentes en el fútbol saudí, ha despertado sin duda un interés adicional por la competición, aunque aún no haya alcanzado las cotas más altas.

En un partido reciente en Riad, Ahmed Osama, un egipcio residente en Arabia Saudí, estaba sentado felizmente con sus dos hijos viendo al Al Nassr y a Ronaldo, de 39 años, una leyenda del fútbol en el ocaso de su carrera.

"Hemos venido sólo para ver a Ronaldo, que les encanta a los dos", declaró a la AFP Osama, de 40 años, añadiendo que sus hijos, de nueve y seis años, eligen al Al Nassr cuando juegan a la PlayStation antes que al Barcelona o al Real Madrid.

Problemas iniciales

La contratación repentina de un montón de jugadores estrella no es una empresa sencilla, y los problemas iniciales han incluido las dificultades de Benzema para asentarse en el Al Ittihad y la multa a Ronaldo por un gesto ofensivo en el terreno de juego.

Jordan Henderson, exjugador del Liverpool, abandonó el Al Ettifaq para fichar por el Ajax tras sólo seis meses en la Pro League, cuyos comienzos nocturnos, altas temperaturas y estadios a menudo vacíos pueden resultar poco apetecibles para los jugadores.

En abril, un aficionado vestido con el traje tradicional saudí sacó un largo látigo y golpeó a Abderrazak Hamdallah, del Al Ittihad, tras discutir con el delantero desde la grada.

Simon Chadwick, catedrático de deporte y economía geopolítica en la Escuela de Negocios SKEMA de Francia, afirmó que se tarda años en construir el tipo de perfil del que disfrutan la Premier League inglesa o La Liga española.

"El fútbol saudí debe acostumbrarse al hecho de que el dinero y los jugadores por sí solos no bastan para garantizar un éxito perpetuo", declaró a la AFP.

"Esta temporada, el fútbol saudí ha entrado y salido del radar de los aficionados", añadió Chadwick.

"No puede ser así. Como demuestran La Liga y la Premier League, el compromiso es un fenómeno 24/7/365. El fútbol saudí aún tiene mucho trabajo por hacer".