Juan Emilio, de fingir su alistamiento al Ejército a golear con España
Juan Emilio Gil Camacho formaba parte de la plantilla de Jimbee Cartagena cuando anunció que daba un giro radical en su vida. Dijo que se alistaba al Ejército, pero aquello era falso. "No sabía lo que me pasaba realmente y tomé el camino fácil de desaparecer radicalmente. Tenía que ir a entrenar y no quería ni levantarme, pero no ya a entrenar, ni siquiera levantarme", explica ante los medios oficiales de la Real Federación Española de Fútbol.
"No es que no quisiera, es que quería dejar el fútbol sala. Un chico de 21 años que le llaman y no va, por lo que sea, pero además sin dar explicaciones. Eso fue lo peor. Si lo explicas, igual te entienden, pero de esa manera pensaba que era inviable volver. Al llamarme otra vez volví a nacer, era algo que tenía conmigo mismo. Me arrepiento de no contar las cosas como tenía que contarlas", continúa el pívot de la Roja.
Juan Emilio, quien pone en valor la capacidad para "saber levantarse", cree que ahora está "en el mejor momento" de su vida "a nivel personal y deportivo". Además, insiste en que debería de haber hecho las cosas de otra forma: "He tomado malas decisiones, pero hoy en día creo que me han hecho ser lo que soy ahora. Creía que por pedir ayuda perdías valor y respeto, pero el respeto se pierde tomando malas decisiones".
"Todos los tatuajes que tengo son de esa época. De hecho, tengo uno sin acabar y no lo voy a hacer. Creo que me lo hice en una etapa que no fue buena y ahí debe quedarse", aclara el jugador del Manzanares, que está disfrutando del deporte que tanto ama y marcó el segundo chicharro de los suyos ante la República Checa (7-1). Este encuentro sirvió para certificar el billete para el próximo Mundial, que se disputará en 2024.