El Manchester City se mostró dominante, pero estuvo lejos de ser brillante en la casa de un Wolverhampton que pasó apuros y que complicó la vida todo lo posible al campeón inglés.
José Sá aprovechó la lesión de Sam Johnstone para volver a la titularidad en la portería del equipo local y estuvo muy acertado, pero fue otro portugués el que dejó su impronta en el conjunto local.
En la primera jugada de ataque de los anftriones, Nélson Semedo tomó unas medidas perfectas y entregó un balón con destino de gol a Strand Larsen, que no lo desaprovechó ante el error garrafal de Ederson.
El lateral, ex del Barça, estaba muy metido en el partido y dispuso de una gran ocasión para hacer el 2-0 cuando fue liberado al espacio por Matheus Cunha. Esta vez, el guardameta brasileño se anticipó a su salida y cerró el paso al internacional luso.
Los visitantes no lograban crear ocasiones de peligro (sólo Gundogan amenazó a Sá), así que tuvieron que recurrir al talento individual para equilibrar la balanza antes del descanso. Josko Gvardiol firmó un golazo en el 33' después de recibir el cuero en el balcón del área y colocarla con precisión en el lado izquierdo de la portería. El ligero toque del meta, insuficiente.
Con el marcador igualado, la segunda parte fue un festival de posesión a favor del City, pero también de falta de ideas a la hora de atacar la portería del plantel anfitrión.
Erling Haaland estuvo deslucido, Sávio Moreira desequilibró y sólo la entrada de Matheus Nunes, muy pitado en su regreso a Moulineux, dio capacidad ofensiva al vigente campeón. Este último, de hecho, obligó al arquero a despejar a córner, en una secuencia de jugadas a balón parado que resultaría decisiva para el desenlace del duelo.
En el último córner del envite, John Stones se elevó por encima del resto y cabeceó al fondo de las mallas. La jugada fue analizada por el VAR, pero fue validada, lo que deja a los hombres de Guardiola en lo más alto de la clasificación.
Jugador Flashscore del partido: Jérémy Doku.