David Moyes, que llevó al club de los apuros a un equipo que lucha constantemente por los puestos europeos de la Premier League, dejó Merseyside en 2013 después de 11 años.
Desde entonces, salvo una prometedora temporada bajo el mando de Ronald Koeman, en la que terminaron séptimos en 2016/17, el Everton ha tendido a la baja.
En los últimos tres años, los Blues se han visto inmersos en batallas por el descenso y lo más cerca que han estado de la categoría de plata es una derrota en cuartos de final de la EFL Cup ante el Fulham.
Sin embargo, los aficionados del Everton tienen motivos para albergar esperanzas de cara a los próximos años.
Una adquisición prometedora
Tras el anuncio del acuerdo entre The Friedkin Group (TFG) y el accionista mayoritario del Everton, Farhad Moshiri, para la adquisición del club, los Blues han dado mucho que hablar.
El Consejero Delegado del Grupo, Dan Friedkin, es también el propietario de la Roma, de la Serie A, por lo que desde Italia ha habido cierta intriga por este nuevo acuerdo.
Friedkin se hizo cargo de los giallorossi en 2020 y ha supervisado consecutivos sextos puestos en la máxima categoría italiana en las últimas tres temporadas.
En 2021, José Mourinho fichó por el club, lo que se consideró un gran golpe de efecto, y guió a los romanos a la gloria de la Conference en 2022, su primer trofeo en 14 años.
La Roma puede, al menos, servir de ejemplo a los aficionados del Everton que se preguntan cómo podría funcionar su club con gente desconocida al timón.
En los últimos tres años, la entidad italiana se ha hecho con los servicios del delantero Artem Dovbyk, pretendido por numerosos grandes clubes, y del interesante extremo Matías Soule, de 21 años, procedente de la Juventus.
La Roma también se hizo con los servicios de Paulo Dybala, Leandro Paredes, Nemanja Matic, Andrea Belotti y Houssem Aouar sin necesidad de pagar traspasos.
Aunque algunos de esos fichajes al final no funcionaron, demuestran su buen olfato para detectar oportunidades en el mercado.
Con TFG, el Everton debería sentirse más seguro financieramente: los ingresos del grupo ascendieron a 8.400 millones de libras en 2023, según Forbes, lo que ha ofrecido estabilidad a la Roma.
TFG utilizará su propio dinero para invertir en el Everton y no debería depender de préstamos, algo que no se puede decir de la propiedad de Moshiri.
Coqueteando con el descenso
En los últimos tres años, el Everton ha jugado una peligrosa partida con el descenso de la Premier League.
Sobrevivieron por los pelos al descenso en la última jornada de la temporada 2022/23 y los aficionados invadieron el campo para celebrarlo.
Aunque estaban absolutamente justificados (nadie debería vigilar los buenos momentos), las conmovedoras escenas fueron también una representación visual de lo lejos que ha caído el club.
El Everton ha empezado mal la nueva temporada, soportando goleadas contra el Tottenham (4-0) y el Brighton (3-0) y cediendo posiciones en las derrotas ante el Bournemouth (3-2) y el Aston Villa (también 3-2).
Su primer triunfo en la Premier League llegó a la sexta jornada, al imponerse en casa al Crystal Palace (2-1).
Si el Everton no es capaz de enderezar el rumbo, sobre todo contra equipos como el Bournemouth, se verá abocado a otra temporada amenazada por el descenso.
Este es el primer escollo que deben superar los Blues si quieren volver a su nivel de antaño, porque, tal y como están las cosas, son un destino poco atractivo para los mejores jugadores.
La estabilización fuera del terreno de juego aportada por el TFG debería ayudar y, sobre todo, permitir al club evitar nuevos castigos por incumplir la normativa financiera de la Premier League.
Nuevo estadio
Otro elemento a tener en cuenta fuera del campo, a pesar de ser literalmente el terreno de juego, es el nuevo estadio del Everton.
Su ubicación es inmejorable, en el famoso paseo marítimo de Liverpool, lo que debería ayudar a consolidarlo como uno de los recintos más selectos del país.
Es probable que no ayude a atraer jugadores al club, pero las ventajas fuera del terreno de juego, como la celebración de eventos fuera de temporada, contribuirán a la estabilización antes mencionada, así como a la exposición general.
La primera fecha clave para el nuevo estadio del Everton en el muelle de Bramley-Moore es la coorganización de la Eurocopa 2028.
El falso amanecer de Ancelotti
El Everton ha experimentado altibajos en la última década aproximadamente y se sintió un punto de inflexión cuando Carlo Ancelotti -quizás el mejor entrenador de su era- se unió al club en 2019.
"Don Carlo" se vio obligado a trabajar con muy poco en el Everton, con la transferencia gratuita de James Rodríguez como su captura más llamativa.
Abdoulaye Doucoure y Allan también fueron fichados durante el tiempo de Ancelotti en Merseyside, para mayor claridad, pero conseguir a James del Real Madrid se sintió significativo.
Los Blues dieron una buena imagen bajo la tutela de Ancelotti y terminaron 12º y 10º con el italiano al timón.
Pero, en el verano de 2021, cuando Zinedine Zidane anunció su marcha del Madrid, Carlo rompió abruptamente sus lazos con el Everton para volver a unirse a los blancos.
Rafa Benítez, exentrenador del Liverpool, se incorporó entonces al club, pero sólo duró seis meses, antes de que Frank Lampard ocupara el cargo durante un año.
Sean Dyche tomó entonces las riendas, lo que, relativamente, ayudó a estabilizar el rendimiento de los Blues sobre el terreno de juego desde 2023 hasta ahora.
El futuro de Dyche
Dyche, extécnico del Burnley, es el entrenador que necesitaba el Everton. Entre su llegada y el final de la temporada pasada, los Blues promediaron 1,22 puntos por partido.
Es un mito, pero para evitar el descenso a la Premier League se dice que un equipo necesita lograr 40 puntos en una temporada.
Con Dyche, el Everton ha logrado 36 (en 2022/23) y 40 (en 2023/24). Han dependido de que otros equipos fueran peores para mantener su estatus en la máxima categoría.
Los equipos que descendieron la temporada pasada lograron totales inusualmente bajos: El Luton Town consiguió 26; el Burnley, 24; y el Sheffield United, 16.
La temporada anterior, en la que el Everton necesitaba ganar su último partido para mantenerse, el Leicester descendió con 34 puntos; el Leeds, con 31, y el Southampton, con 25.
Dicho esto, sólo puedes ganar a quien tienes delante y, por muy malos que sean, los tres peores equipos de la liga son los que descienden.
Dyche hizo el trabajo en ambas ocasiones, y sin el lío de las deducciones de puntos de la temporada pasada, la tabla podría parecer más amable.
Entonces, ¿es Dyche el hombre adecuado para dirigir al Everton tras la adquisición? Quiere serlo, pero sus palabras no son alentadoras.
"Nunca pienso en cosas así", dijo recientemente, cuando se le preguntó sobre dirigir a los Blues en 2024/25. "He aprendido tanto de estar en el juego, he aprendido de tantos giros y vueltas. Por supuesto que me gustaría ser el entrenador, pero no existe el derecho divino de decir: 'Bueno, sin duda eres la persona indicada para hacerlo'. Y si no, pues así nos va".
Quizá sus palabras no sean tanto de ánimo como de respeto. Al fin y al cabo, Dyche aún no se ha sentado con los futuros propietarios.
"No puedo decir cómo me siento hasta que no se haya cerrado el acuerdo", afirmó. "Hablaré con ellos y les diré: '¿Qué queréis saber?', '¿Qué pensáis?' y '¿Hacia dónde va a ir?'".
No está claro cuáles serán los próximos pasos del Everton, pero, con un estadio impresionante y un nuevo propietario ya en el horizonte, hay motivos para que los evertonianos mantengan altas sus esperanzas.
Una advertencia. Sólo este año, los propietarios de la Roma han despedido a Mourinho y a su sustituto, Daniele De Rossi, una decisión muy impopular.
Todo apunta a que Dyche seguirá en el cargo si el Everton vuelve a caer en picado.
"Lo único que puedo hacer es seguir trabajando muy duro, y eso no ha hecho más que subir", afirmó Dyche.
"El ritmo de trabajo aquí no baja, créanme. El ritmo de trabajo aquí no hace más que subir. Cada nueva ventana, la gestión del dinero, la gestión de los salarios, '¿Podemos traer jugadores?' y '¿Podemos sacar jugadores?'. Es una constante".
El Everton se enfrentará al Newcastle este sábado en la Premier League, donde los tres puntos pueden auparle hasta la 12ª posición, mientras que los puntos perdidos podrían situarle en la zona de descenso.