El miedo a la violencia marca el regreso del fútbol en Inglaterra
Decenas de equipos de las ligas inferiores inglesas -por debajo de la Premier League- empiezan sus temporadas este sábado por la tarde o el domingo.
Los partidos se celebrarán en lugares donde ha habido disturbios, que comenzaron el pasado 30 de julio tras la muerte de tres niñas en un apuñalamiento en Southport, en el noroeste de Inglaterra.
Las autoridades acusaron a la extrema derecha -conectada desde hace décadas con la parte violenta de los hooligans ingleses- de orquestar y participar en las revueltas donde se atacaron mezquitas y lugares vinculados a la inmigración así como a la policía.
Ola antiinmigratoria
Tommy Robinson, un conocido agitador antimusulmán con un historial criminal que incluye condenas por delitos relacionadas con el fútbol, fue acusado de ayudar a promover y alimentar estos disturbios a través de constantes mensajes en redes sociales.
Incluso se escuchó a algunas multitudes violentas gritar su nombre, seudónimo tomado de un hooligan de infausto recuerdo del club inglés de fútbol del Luton Town de los años 2000.
La perspectiva de que miles de personas se junten en los partidos de este sábado en pueblos y ciudades como Middlesbrough, Hull y Londres, genera preocupación por la posibilidad de que se reactive la violencia tras dos noches de relativa tranquilidad.
Más de 80.000 espectadores se esperan en Wembley este sábado para ver el partido de la Community Shield (Supercopa inglesa) entre el Manchester City y el Manchester United.
No manchar el fútbol
El primer ministro británico, Keir Starmer, aficionado al fútbol, admitió este viernes que el inicio de la temporada "es un añadido más" a los desafíos que tiene la policía en los próximos días.
"Cualquiera que sea el desafío, tenemos que estar a la altura", insistió ante los medios del país.
La Unidad de Vigilancia del Fútbol de Reino Unido (UKFPU) dijo que todas las fuerzas de seguridad del país y otras agencias colaboraron para asegurar que "toda la información relevante" fuera compartida antes de los partidos de fútbol.
Un portavoz de la unidad afirmó que estaban actualizando las bases de datos acerca de los arrestados relacionados con las revueltas para estudiar la posibilidad de prohibirles asistir al fútbol.
Estas órdenes judiciales, hechas a menudo tras una condena relacionada con el fútbol aunque también como requerimiento policial, impiden que las personas implicadas asistan a los partidos o incluso a lugares cercanos a los estadios.
El jefe de policía Gavin Stephens, que lidera el Consejo de Jefes de la Policía Nacional (NPCC), que supervisa la UKFPU, instó a la gente a "no manchar el fútbol con actos violentos como los que se han visto. El fútbol une a las comunidades. Sí, algunos de estos matones están ahí, pero no en todos sitios, no en todos los clubes y tampoco en el fútbol en general", aseguró el viernes en rueda de prensa.
Extrema derecha y fútbol
Mark Doidge, profesor de la Universidad de Loughborough que investigó los fenómenos culturales alrededor de los aficionados al fútbol en Reino Unido y Europa, comentó que generalmente el fútbol inglés requiere "de mayor presencia policial", pero que los agentes estaban bien instruidos.
Además, Doidge minimizó la posibilidad de que el fútbol en Inglaterra sea usado para reclutar a gente de extrema derecha. "Aunque hay coincidencias - algunos aficionados son de extrema derecha- no todos los seguidores del fútbol lo son y no a toda la gente de extrema derecha le interesa el fútbol o va al estadio", dijo a la AFP.
"No parece haber ninguna actividad coordinada que salga desde el entorno del fútbol y las protestas no fueron planeadas en los estadios", subrayó.
Doidge señaló que puede haber aficionados que realicen cánticos de forma espontánea por sucesos recientes, y que ello pueda provocar diferencias entre aficionados del mismo club y ser un elemento impredecible para la policía. "Si la confrontación procede de seguidores del mismo club, esto puede convertirse en algo para lo que no están preparados los agentes", advirtió.
Mientras tanto, algunos clubes de las ciudades en las que hubo disturbios hicieron declaraciones antes de este fin de semana condenando los hechos. "Condenamos rotundamente las escenas violentas y racistas que tuvieron lugar en las calles de Middlesbrough", dijo esta semana el presidente del club de esta ciudad al noreste de Inglaterra en un comunicado conjunto con el diputado local y el alcalde.
"En Middlesbrough tenemos una tradición integradora que nos enorgullece. Durante siglos nuestra ciudad y nuestro equipo de fútbol han dado la bienvenida a gente de todo el mundo", incidió.