El discurso de Rubiales ha sido muy de Rubiales. No iba a rendirse a las primeras de cambio. No iba a permitir que aquellos a los que considera enemigos desde su elección como presidente de la RFEF se salieran con la suya. Ni que políticos se inmiscuyan abrazando la bandera del feminismo por algo que, según su versión, fue "un pico consentido".
Por eso el presidente de la RFEF ha decidido defenderse atacando. Lo primero, asegurándose el apoyo del seleccionador, Jorge Vilda. "Te han hecho a ti lo mismo que ahora me están haciendo a mí. Quieren convertir un discurso falso en real".
Es más, para hacer aún más visible la complicidad con Vilda, Rubiales ha propuesto en mitad de su discurso y delante de todo el auditorio su renovación y la cantidad que percibirá por ello. "He invitado a Andreu a iniciar una negociación contigo para que te quedes los próximos cuatro años con nosotros cobrando medio millón de euros en cada uno."
Ha hablado de "falso feminismo, que es una lacra en este país", y de que "no se está tratando de hacer justicia, es falso. Se está ejecutando un asesinato social, a mí se me está tratando de matar".
En esa línea, se ha dirigido a sus hijas para darles una lección de igualdad. "La igualdad no es diferenciar entre lo que dice el hombre y la mujer. Hay que diferenciar entre la verdad y la mentira". Y por ahí ha hablado de nuevo "del falso feminismo, que no busca la justicia ni la verdad, ni le importan las personas. Así no estamos avanzando, es todo lo contrario".
Por ello, ha desvelado que va a denunciar a todos los políticos que han ensuciado su imagen. "La señora Yolanda Díaz, la señora Montero, la señora Belarra, el señor Echenique… se han referido a mí con la palabra vejar, sin consentimiento, agresión sexual. Qué pensarán las mujeres a las que de verdad se les ha agredido sexualmente. A estas personas que han dicho esto de mí, que están tratando de asesinarme públicamente, me voy a defender como cualquier español, en los juzgados, voy a ejercer acciones contra estas personas".
Porque considera que está siendo objeto "de una cacería", si bien considera que, "en lo más profundo de mi corazón, no me importa. No es soberbia ni prepotencia, sino humildad".
También ha recordado las denuncias recibidas en estos cinco años. "Van a por mí por todo, por tierra, mar y aire, decenas de querellas, petición de inhabilitación... siempre son los mismos, lo sabemos. Tebas y los de siempre han apretado mucho. Gran parte de la prensa me va a seguir matando", ha comentado.