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Jenni Hermoso se aleja del incendio y llega a México para jugar con Pachuca

David Alonso
Jenni Hermoso celebra un gol durante el Mundial.
Jenni Hermoso celebra un gol durante el Mundial.AFP
Poner fin a la pesadilla. Eso es lo que desea la futbolista madrileña. Desde que volvió de Australia, con un Mundial bajo el brazo, la fiesta se convirtió en funeral. Un instante puede cambiar una vida. Incluso siendo un beso. Rubiales y Jenni pueden dar fe de ello. Refugiada en su casa, con su familia, hablando con abogados y asesores en vez de festejando una conquista histórica, presionada, envuelta en un gigantesco lío que nunca buscó, Hermoso ha sufrido mucho en las últimas semanas. Ahora, en México, país al que acaba de regresar, intentará recuperar la normalidad.

Del cielo al infierno. El tránsito fue tan brusco como inesperado. Jamás pensó la delantera del Pachuca que tras aquel incómodo momento en el estadio de Sidney iba a desatarse un terremoto de proporciones gigantescas. Ella lo ha pasado mal, atrapada por una tela de araña emocional de la que no sabía salir. Su agencia de representación y el sindicato de futbolistas la han arropado y apoyado para poder ayudarla a emerger del desagradable embrollo lo antes posible. Por ese motivo declaró el martes ante la Fiscalía General del Estado. 

El miércoles por la noche tomó un vuelo hacia México para reencontrarse con sus compañeras del Pachuca, club que la fichó el pasado verano y que supone su tercera experiencia internacional tras haber pasado por el Tyreso de Suecia y el PSG. En su nuevo destino encontró cariño y felicidad, como ella misma ha reconocido en más de una ocasión. “Me siento muy feliz aquí”, dijo refiriéndose a Pachuca. 

Con 14 títulos en su palmarés y cinco trofeos como máxima goleadora, Jenni tenía un gran cartel a nivel internacional que se ha visto ratificado y aumentado tras el título mundial logrado con España en Australia el pasado 20 de agosto. Desde su regreso, tras desatarse la tormenta sólo ha hecho declaraciones a través de un comunicado y delante de la fiscal sumándose a la denuncia de Fiscalía a Luis Rubiales por agresión sexual.

La jugadora estaba deseando poner fin al calvario vivido y marcharse para volver a disfrutar del fútbol. Ya ha aterrizado y su club anuncia que no hablará públicamente por el momento ya que se centrará sólo en ponerse a punto para volver a la competición lo antes posible. Su pesadilla en España no ha acabado, queda aparcada a la espera de nuevos acontecimientos pero, por el momento, Jenni volverá a ser feliz en México. Se lo merece.