Tras golear a Vietnam (0-9) en su último amistoso, España se encuentra más que preparada para iniciar su tercera participación en un Mundial femenino. Llega con las aguas menos revueltas respecto a hace algunos meses o incluso semanas. El terremoto que estalló en septiembre se encuentra ahora en un segundo plano por la importancia del torneo, si bien sigue siendo una anomalía que campeonas de la Liga F y de Europa (como Mapi León, Sandra Paños o Claudia Pina) vayan a verlo desde casa.
La primera competición de estas características se celebró en 1991, pero la Roja no estuvo presente hasta 2015. También estuvo en la edición de 2019, por lo que será la tercera consecutiva. Los diferentes avances que se han dado entre las mujeres futbolistas en España, el crecimiento a nivel de audiencias y el salto del Barcelona como club destacadísimo en el continente son factores que invitan a pensar que esto será una constante de cara al futuro.
En el Grupo C, Zambia hará su debut y Costa Rica actuará por segunda vez, pero Japón -campeona en 2011- estará presente por novena vez. Así, la trayectoria de las niponas es difícilmente comparable con la de cualquier otra selección de entre las que se enfrentará en la fase inicial. La española, por tanto, es todavía una novata si se mira hacia Estados Unidos, Inglaterra o el citado cuadro asiático. No es casualidad que la barrera histórica sigan siendo los octavos de final pese al elevado potencial.
2015: la ilusión del estreno
Era algo absolutamente novedoso, un paso adelante sin precedentes para señalarle el camino a todas las que han venido después (Salma Paralluelo, Athenea del Castillo, Aitana Bonmatí, etcétera). Ganó EE.UU tras imponerse en la final al cuadro con capital en Tokio (5-2) días después de que las de Ignacio Quereda cayeran eliminadas al no acabar entre las dos primeras del grupo. Debutaron frente a Costa Rica (1-1), claudicaron ante la potente Brasil (1-0) y se quedaron sin sumar contra Corea del Sur (2-1).
Ya estaba Alexia Putellas en aquel plantel que comandaba Vero Boquete y en el cual destacaban otras jugadoras que continúan en activo (Marta Corredera, Virginia Torrecilla, Amanda Sampedro, Ivana Andrés, Lola Gallardo, la mencionada Hermoso o Vicky Losada). Esta última, ex del Barça y actualmente en la Roma, fue la autora de una diana histórica, la primera con aroma a rojigualda en el empate ante el conjunto tico, que vuelve a estar en el camino ahora en 2023.
De la ilusión... a la destitución de Quereda. El anticuado seleccionador estuvo al frente durante casi tres décadas (27 años) y salió por el papel activo de las jugadoras, que pidieron su marcha en julio de 2015 a través de una carta. "La preparación del Mundial no ha sido la correcta, los amistosos inexistentes, la aclimatación escasa, el análisis de los rivales y la forma de preparar los partidos, insuficientes", se apuntaba en un texto que tuvo las deseadas consecuencias y que se tradujo en la incorporación de Vilda.
2019: con optimismo a Francia
Lo que ocurrió cuatro años atrás no podía repetirse porque había nivel para más. El inicio fue fantástico: 3-1 (doblete de Jenni y otro de Lucía García) a Sudáfrica para lograr un triunfo histórico que daba bastante margen de error. Y en la segunda jornada llegaba el hueso más duro, Alemania, que se impuso por la mínima (1-0). Todo o nada frente a China, potencia en Asia y con un nombre hecho a nivel global. Un resultado sin goles valió para conseguir el gran objetivo: avanzar hacia los octavos de final.
Se había cumplido el mínimo exigible, pero nadie quería conformarse con eso. Sin embargo, el cruce con Estados Unidos hacía muy complicada la tarea de colarse en cuartos. Y Megan Rapinoe así se encargó de confirmarlo muy pronto, en el séptimo minuto y desde los once metros, con respuesta precoz de Jennifer Hermoso (9'). En una controvertida actuación arbitral, la líder de EE.UU. volvió a marcar de penalti (76') para dar el pase y dejar en el camino a un oponente que estuvo más que a la altura.
En el currículo queda que la despedida fue bastante lejos de la final, pero bien merece subrayar que estaba la entonces vigente campeona -y después revalidó unos días más tarde-. Podría haber reencuentro entre dos selecciones que aún están algo distanciadas, si bien lo visto en el último amistoso (sin las 15 futbolistas que renunciaron a ser internacionales hasta que cambiara el cuerpo técnico) demuestra que no habría ningún motivo para ir con miedo si hubiera una nueva cita entre ambas.