Una condena le supone 10 meses de prisión por violación agravada de la correspondencia en las telecomunicaciones; la otra, un año y dos meses más por ofensa a una persona jurídica.
Francisco J. Marques, que al igual que los otros dos acusados no estuvo presente en la lectura de la sentencia, que tuvo lugar en el Tribunal Penal Central de Lisboa, obtuvo, por tanto, un acumulado legal de un año y 10 meses, con suspensión de la pena por el mismo periodo.
Por su parte, Diogo Faria, director de contenidos del Canal de Oporto, fue condenado a nueve meses de prisión, con suspensión de la pena durante un año, por violación de correspondencia en las telecomunicaciones.
Ambos acusados también fueron condenados a pagar solidariamente una indemnización de 10.000 euros a Luís Filipe Vieira, ex presidente del Benfica, que fue asistente en el caso.
Júlio Magalhães, que era director del canal de televisión Porto Canal en el momento del incidente, fue absuelto de todos los cargos que se le imputaban. El jurado, presidido por Nuno Costa, dictaminó que el periodista "no hizo nada para impedir la divulgación, pero no podía haber hecho nada".
"En un club propietario de un canal con contenidos propios, es natural que el director de la llamada programación normal no tenga nada que decir sobre lo que su jefe dice que hay que emitir", declaró el juez.
Manipuló la información
El tribunal consideró probado que Francisco J. Marques manipuló la información, afirmando el juez: "Está en juego un delito de violación de las telecomunicaciones. Y la conducta del acusado Francisco Marques al divulgar los correos electrónicos en cuestión cumple aquí este tipo de delito".
Los dos acusados fueron absueltos de los delitos de violación de correspondencia de Carlos Deus Pereira, ex presidente de la Asamblea General de la Liga de Fútbol, y Adão Mendes, exobservador de la Federación Portuguesa de Fútbol y de la Liga, que fueron asistentes en el caso.
El caso de la divulgación de correos electrónicos se remonta a 2017 y 2018, con comunicaciones entre elementos vinculados a la estructura del Benfica y terceros que fueron reveladas en el programa 'Universo Porto - da bancada', de Porto Canal, y comenzó a ser juzgado el 16 de septiembre de 2022.
En enero pasado, en los alegatos finales, la fiscal del Ministerio Público (MP), Ana Pais, pidió la condena de Francisco J. Marques, director de comunicación del Oporto por tres delitos de violación de correspondencia no consentida, pero dejó la pena "a la consideración del tribunal", dada "la ausencia de antecedentes penales" del acusado.
En lo que respecta a Diogo Faria, director de contenido del canal de los dragones, que respondió por delitos de violación de la correspondencia de las telecomunicaciones de acceso indebido, el fiscal consideró que esto habrá ayudado a Francisco J. Marques, pero argumentó que "el tribunal hará la calificación de los hechos".
El representante del MP dejó "a la consideración del tribunal" una posible condena de Júlio Magalhães, argumentando que "nunca tuvo participación directa en el contenido directo del programa, nunca tuvo conocimiento anticipado de los correos electrónicos y no participó en su selección".
Las defensas de los tres acusados habían pedido la absolución, invocando el abogado de Francisco J. Marques el interés público del contenido de los correos electrónicos y cuestionando la legitimidad del Benfica para presentar una querella sobre el caso.
Tras una demanda presentada por el Benfica SAD reclamando al FC Porto SAD el pago de 17,7 millones de euros en concepto de daños y perjuicios por la divulgación de los correos electrónicos, los Dragones fueron condenados en junio de 2019 a pagar alrededor de 1,4 millones de euros.
Tras un recurso presentado por la SAD portista, el tribunal de apelación confirmó la condena, pero rebajó el importe de la indemnización a 1 millón de euros.