La gran preocupación de Xavi en el cierre de la campaña es el relevo de Sergio Busquets. El centrocampista, virtuoso a la hora de repartir el balón, se ha decantado por no renovar con el equipo de sus amores.
A la espera de lo que será su futuro -Busquets tiene sobre la mesa una oferta de Estados Unidos y otra de Arabia Saudí-, Xavi tiene claro que el pitove es uno de los espacios de la plantilla que quiere consolidar.
"Este año ya diría que ha empezado una nueva etapa, pero no tengo la sensación de cambio generacional. Hemos hecho un cambio o evolución natural. Busquets no tiene relevo natural y por eso necesitamos un fichaje top en este mercado", dijo en la rueda de prensa previa al partido contra el Mallorca.
En este punto, en Barcelona surgen más dudas que respuestas. El equipo cambiará de estadio; las renovaciones aún no pueden efectuarse por culpa del Fair Play Financiero y, además, no se han consolidado los nuevos fichajes cuando el club quiere regresar a lo más alto de Europa.
"Mi sensación es que no será fácil. Hemos sentido el Camp Nou muy de cerca, en nuestra casa, cómodos...Hay que trasladarse a otra casa y hacerla nuestra, necesitamos a la gente. Será un año complicado sin nuestra casa. Con la ilusión que hay, creo que se trasladará a Montjuïc. Que la afición tenga en cuenta que la necesitamos mucho", agregó.
Xavi, por lo menos, ha despejado una de las incógnitas del Barça: Jules Koundé (26), quien había solicitado un cambio de posición, ha desmentido los rumores que le vinculan con una salida del club. Hernández, siguiendo los pasos del francés, también ha aprovechado para evitar nuevas polémicas.
"Ya dije que no habría ningún problema con Koundé...por más que diga yo seguís escribiendo que hay un problema y seguiréis... no hay ni un problema, ni uno. Tuvimos una conversación muy buena, sana, es pieza fundamental", explicó.