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Monchu y Masip marcan el camino hacia la permanencia del Valladolid (1-0)

Monchu celebra el gol del triunfo del Valladolid
Monchu celebra el gol del triunfo del ValladolidAFP
El Real Valladolid, de la mano de Paulo Pezzolano, está que lo borda. Al menos en cuanto a resultados, que es lo que importa y más a estas alturas de campeonato. Con un solitario gol de Monchu y con las paradas de Masip, los pucelanos ganaron al Girona y abren hueco de siete puntos con el Espanyol, que marca la zona roja. La salvación, más cerca.

El Nuevo Zorrilla no acogía un evento a vida o muerte, un ser o no ser, ni mucho menos. Pero sí que Valladolid y Girona se jugaban el poder vivir un final de temporada más aseado, menos traumático, especialmente en el caso de los pucelanos, que llevaban cuatro puntos de de ventaja sobre el descenso y podían dejarlo a siete. Lo consiguieron. Los catalanes se quedan con los 38 que estaban, ahora mismo en tierra de nadie. 

Quizás por esa necesidad expusieron más desde un principio los de Pezzolano. Y les salió bien. Larin dispuso de dos claras oportunidades, falladas ambas con todo a favor.

A la tercera, quien no erraría sería Monchu. Después de que el Girona tuviera la mala suerte de ver cómo se le lesionaban en apenas 12 miinutos Toni Villa y Aleix García, tuvieron que recoger el balón de su portería porque el centrocampista local atinó a meter la puntera al centro de Plata haciendo imposible la estirada de Gazzaniga. Ya saben aquello de la ley del ex. Pues eso con Monchu. 

Casi llega el 2-0 poco después. La respuesta del Girona, que había optado por un juego más conservador hasta ese momento, no se había hecho esperar con un latigazo de Javi Hernández que sacó Masip con una sensacional parada. En la continuación, tuvo que ejercer de héroe su colega rival Gazza para sacar un disparo raso de Escudero que se colaba

El partido se había abierto, hubo ocasiones para ambos antes del descanso. Kike Pérez tuvo en sus botas el segundo, pero le pegó al balón mordido. Stuani y Juanpe sacaron los huy de las gargantas de sus seguidores en sendos remates que no entraron por mera casualidad, sobre todo el del segundo. 

Masip y Gazzaniga: "en mi casa no entras"

Ambos querían ganar, quedó más claro todavía tras volver a la lucha en el campo. Pero no contaban los delanteros con los porteros. No hubo forma de encontrar sus debilidades. Y no fue por intentos, qué va. Comenzó el festival Masip blocando un disparo de Iván Martín. Gazzaniga no quiso ser menos y metió una mano milagrosa a Larin. Y luego reclamó de nuevo el protagonismo el portero blanquivioleta para despejar con la cara un tiro a quemarropa de Reinier. 

Fue entonces cuando el Valladolid reculó para proteger su renta. Cedió el balón al Girona para defender en bloque bajo, enfrió el encuentro como se hace en estos casos y llegó a los últimos minutos incluso perdonando otra vez el segundo en las botas de Larin y Aguado. Sólo sufrió, aunque menudo sufrimiento, en el último suspiro del choque cuando Stuani llegó a un balón suelto en el área con la puntera y Masip, otra vez él, tuvo que intervenir para atrapar la bola casi en la línea de gol. 

Respiraron sólo cuando el colegiado decretó el final y la victoria se quedó en casa.

 

Jugador Flashscore del partido: Jordi Masip (Real Valladolid)

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