Sergio Ramos deberá bajar sus pretensiones para encontrar un equipo competitivo
Sergio Ramos tiene 37 años pero aún se conserva en buena forma. Tiene experiencia, contundencia, buena salida de balón, gran lectura del juego y un envidiable palmarés. Por ese motivo, varios clubs han contactado con su entorno para preguntar por su situación. Sin embargo, a mediados de agosto, con las competiciones ya en marcha, el de Camas sigue sin equipo.
La razón es puramente económica. Algunos clubs e intermediarios que han llamado a su hermano René, principal responsable de la agencia que lo representa, se han quedado asustados al escuchar las aspiraciones de Ramos. Algunos estaban dispuestos a ofrecer entre 6 y 7 millones netos, pero esa cantidad está lejos de lo que pretende percibir el mítico jugador español.
El Sevilla, opción prioritaria para el futbolista por la posibilidad de volver a casa, no llegó ni a planteárselo. Lo mismo ocurre con los pretendientes que han llamado a la puerta desde Turquía, la MLS, el América de México o algunos puntos de Europa. Ramos sabe que deberá negociar el último contrato de su carrera y quiere aprovechar la situación. No obstante, su ambición en términos monetarios dista mucho de la realidad que viven las entidades que se interesan por él.
El Real Madrid ha valorado la opción de Sergio, como tantas otras, para suplir a Militao, pero no convence su edad ni su precio y no se olvida la fría despedida cuando se marchó. La opción de Arabia Saudí, no muy del agrado de la familia, está sobre la mesa y el mercado de esa liga no cierra hasta el 20 de septiembre. Al mítico central le gustaría seguir jugando en Europa pero para ello tendrá que bajar el listón de sus exigencias. Si no es así en Arabia seguramente haya un hueco para él.