Rahm rinde homenaje a Iribar en San Mamés y recibe el cariño de la afición
Jon Rahm, fiel aficionado del Athletic Club de Bilbao, cambió la chaqueta verde, que identifica al ganador del Masters de Augusta, y se enfundó la mítica camiseta negra de José Ángel Iribar. El primer embajador del 125 aniversario salió al terreno de juego antes de que el balón empezara a rodar y recibió el cariño de una afición entregada durante toda la tarde. Miguel Isasi Balanzategi, en nombre de todos los socios, recibió una simbólica insignia.
El vizcaíno quiso darle protagonismo al legendario portero, quien conquistó la Eurocopa de 1964 con España y se convirtió en una figura inmortal en la entidad vasca. Allí disfrutó de una exitosa carrera en la cual se adjudicó un Trofeo Zamora y levantó dos campeonatos coperos. Si alguien merecía tener algún reconocimiento especial en los aledaños del estadio, ese era el propio Iribar, que desde este sábado cuenta con una estatua en su 'casa'.
Rahm hizo el saque de honor y, pese a que había ciertas dudas respecto a la reacción del público por su controvertida unión al circuito saudí, tuvo como respuesta el cariño de los aficionados. Por todos es sabido que el de Gernika profesa su amor a los colores rojiblancos, de ahí que fuera un día especial para él. Estará disfrutando a lo grande por el buen hacer de su equipo durante esta temporada y todo parece indicar que seguirá haciéndolo a lo largo del 2024.
En cuanto al encuentro, festival de los locales frente a uno de los más potentes de la competición. Este Atleti está entre los candidatos al título, pero apenas presentó oposición en su visita al norte. Ni siquiera el errático penalti de Oihan Sancet dio alas a los pupilos de Diego Pablo Simeone. Sin goles hasta el descanso pese a las múltiples llegadas al arco defendido por Jan Oblak, Gorka Guruzeta y Nico Williams se encargaron de hacer disfrutar a una grada entregada con sus jugadores.