Final de una de las novelas más leídas de verano. El Barça, después de varios meses de rumores, ha concretado el traspaso de Oriol Romeu. El centrocampista, que realizó una excelente temporada en las filas del Girona, regresa al que alguna vez fue su hogar con una presión gigante sobre sus hombros: sustituir a Sergio Busquets, un cinco que podría ser un 10. Un centrocampista que cortaba, repartía y organizaba a la defensa al mismo tiempo.
La realidad económica obligó al Barcelona a buscar a un fichaje 'low cost' tras las incorporaciónes de Ilkay Gündogan y de Iñigo Martínez. La idea que tiene el club es que el jugador viaje a la gira estadounidense. Xavi necesita que él se adapte cuanto antes a su esquema. Es la posición más delicada de la plantilla y, como bien enfatizó el cuerpo técnico, no existe en la nómina un sustituto natural para Busquets.
El traspaso de Romeu, que firma hasta 2026 y tendrá una cláusula de 400 millones de euros, ronda los cinco y los seis millones de euros. El Barça, además, ya anunció este martes la cesión de Pablo Torre a sus vecinos de Montilivi.