Clément Lenglet afronta su tercera cesión consecutiva después de jugar en el Tottenham Hotspur y en el Aston Villa, dos clubes que viven a la sombra de Manchester City, Arsenal y Liverpool en la Premier League. Su participación fue mayor en el plantel londinense, con 35 encuentros -siete de ellos en la Liga de Campeones-, mientras que a las órdenes de Unai Emery llegó a 25 si se tienen en cuenta todas las competiciones.
Queda pendiente saber si el Barcelona renueva al galo por una temporada más, hasta el 30 de junio de 2027, tal y como se había publicado en algunos medios, en una maniobra de ingeniería económica para ajustarse al límite salarial exigido por LaLiga. Es una situación ya vista otras veces -lo hizo el Atlético de Madrid con Joao Félix en su día y también ocurrió con Samuel Umtiti en la entidad del Camp Nou- y podría decirse que cada vez es más habitual. ¿Pan para hoy y hambre para mañana?
Los colchoneros buscaban un central zurdo de garantías tras haber incorporado también a Robin Le Normand y el ex del Sevilla no entraba en los planes de Hansi Flick (además de que su salida era necesaria de cara a la inscripción de Dani Olmo). Todas las partes salen ganando con la enésima operación entre dos clubes que, pese a compartir objetivos, acostumbran a hacer negocios en los últimos años -David Villa, Luis Suárez o Memphis Depay-.
El Barça vuelve a encontrar una solución temporal para Lenglet, un jugador que fue titular en su momento y cuya ficha está fuera de mercado. Por otro lado, conviene destacar que se va acercando a los 30 años y, según las referencias de Transfermarkt, su valor ha caído en picado desde 2019 (de 60 millones de euros a 'sólo' 10). De la mano de Simeone, se abre un nuevo e ilusionante camino en el horizonte de Clément.