Ante su penúltima oportunidad para volver a sentarse en la mesa del Real Madrid y del Girona, apareció el Barça con un once innovador, con Guiu de titular, y con muchos futbolistas fuera de sitio, como Raphinha de interior. El Mallorca ni se inmutó y salió a lo suyo, que es defender en su campo y buscar las contras con Larin y Muriqi. La resultante estaba clara: dominio abrumador de la bola de los azulgrana, pero escasez de espacios interiores ante la acumulación de defensas bermellones.
Había que darle rapidez a la circulación, que los extremos encarasen. Pero ni sabiéndose el abc crearon peligro ante Rajkovic... hasta el minuto 23 cuando Copete cometió un evitable penalti sobre Raphina pisándole el tobillo. El brasileño, minutos después, tendría que marcharse cojeando y con dolores. Pero antes vio sobre el campo cómo Gündogan lanzaba la pena máxima facilitando la excelente parada del meta serbio.
"Cu-cu-Cubarsí"
Se quedó frío Montjuïc y se animaron los baleares, quienes dispusieron de varios remates de Muriqi, Morlanes y Larin para, al menos, inquietar a Ter Stegen en su partido 400. Buena ayuda le prestó el joven Cubarsí, ovacionado por los suyos tras varias anticipaciones y cortes. Hay central para años.
La entrada de Fermín le dio otro aire al fútbol culé. Fabricó una oportunidad para Gündogan y él mismo remató de cabeza para obligar a intervenir a Rajkovic. Mas no tuvo ayuda en la ofensiva, con un Guiu muy vigilado entre los tres centrales y con Yamal y Joao Félix desaparecidos en combate. Lo del portugués, si bien se sacó un disparo peligroso desde la frontal, ya es habitual. Pitos se escucharon, y no tímidos precisamente, desde la grada.
Un héroe de 16 años
Picados por esos silbidos en su contra, el Barça salió con más ímpetu y ganas en la segunda parte. Joao Félix se quiso reivindicar. Suyo fue el primer disparo, envenenado por tocar en un defensa, pero insuficiente para sorprender a Rajkovic, quien volvería a evitar otro gol a Yamal enviando al larguero su despeje con la yema de los dedos. Paradón. Otro más.
El internacional español no cejaría en su empeño y pedía el balón constantemente. Nada que ver con la primera parte, donde Lato siempre le superó. Ahora, sus compañeros lo tenían como referente y no paraban de buscarlo. Hasta que Lewandowski lo encontró. Yamal, entonces, detuvo el tiempo, recortó con el exterior, se la orientó hacia la izquierda y con el interior, de rosca, la puso en la escuadra. Un golazo.
Los mallorquines, sin un plan B, lo siguieron intentando, pero ya no les dio porque no es su fútbol. A la contra, el Barça pudo sentenciar, pero al final se conformó, que no es poco, con el 1-0 y los tres puntos que le sitúan segundo a cinco del Real Madrid.
Jugador Flashscore del partido: Lamine Yamal (Barcelona).