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La venganza de Morata le concede la gloria del derbi al Atlético (3-1)

César Suárez
Morata, bigoleador del Atlético
Morata, bigoleador del AtléticoAFP
El Atlético de Madrid, con el bigoleador Morata de principal ejecutor, se impuso por 3-1 en el derbi ante un Real Madrid endeble en defensa e inofensivo en ataque. El nuevo dibujo de Ancelotti, sin ariete, no funcionó y sólo amenazó cuando Kroos recortó distancias tras el 2-0. Pero Morata, nada más reanudarse el choque, firmó el definitivo 3-1. Es la primera derrota de los blancos esta temporada.

En un derbi con tanta carga emocional como el del Metropolitano, con 69.082 gargantas dejándose hasta el último aliento para llevarte en volandas, frente a tu más encarnizado rival, no había nadie en el mundo que no supiera que el Atlético saldría a morder.

Bueno, nadie excepto Alaba, Rüdiger y compañía. Y por eso los rojiblancos, a los cuatro minutos, ya iban ganando 1-0. Un centro de Lino, un puñal por la banda, a la espalda del central austriaco lo cabeceó Morata para saborear su particular revancha. La cara de Ancelotti era un poema viendo que por enésima vez esta temporada comenzaban perdiendo a las primeras de cambio.

Pero ni por esas despertaron los blancos, especialmente unos defensas que parecen hacerse el harakiri con gusto y frenesí. En una acción similar, Lino y Saúl combinaron desde la izquierda para centrar al corazón del área. Y allí, mientras los centrales contemplaban el colorido del estadio, apareció Griezmann para cabecear el 2-0. Dos llegadas, dos goles. Los cimientos temblablan y no era para menos. 

Estadísticas del Atlético-Real Madrid
Estadísticas del Atlético-Real MadridOpta by Stats Perform

Nuevo dibujo inofensivo

En el Madrid no funcionaba nada. El nuevo sistema, con Modric de enganche, sin Joselu y con Bellingham acompañando a Rodrygo en ataque, sólo servía para amasar la bola y ser muy previsible. Hasta que se acostumbraron pasaron unos minutos en los que el Atleti, a la contra, soñaba con el tercero, que no llegó antes porque Kepa por fin pudo actuar para frenar el disparo raso de Saúl. 

Los de Simeone, sin embargo, se envalentonaron y esa pudo ser su cruz. Quisieron jugar desde atrás y comenzaron a perder balones, especialmente Nahuel Molina. Y a ponerse nerviosos. Y a revivir al enemigo. Y claro, apareció Kroos con un zapatazo que superó a Oblak y se convirtió en el 2-1. 

Por inercia o por nervios, los rojiblancos se echaron más atrás, pegaron el trasero en su portería y casi les cuesta el empate. Lo anotó Camavinga, pero fue anulado por fuera de juego de Rüdiger, quien pedía penalti. Lo que pidieron los atléticos fue el descanso. Deseo concedido. 

El traje de Morata a Alaba

Tras tomarse una tila en el vestuario y escuchar al Cholo, el Atleti salió de nuevo enchufado. Y el Madrid, con Joselu por Modric, desconectado. La resultante, centro de Saúl, segunda asistencia, y gol de Morata a los dos minutos. Lo de Alaba era escandaloso. Pasividad absoluta y a eludir la culpa echándole el muerto al compañero que estuviera más cerca. 

Morata remata sin oposición
Morata remata sin oposiciónAFP

A Ancelotti se lo llevaban los demonios y aunque hizo un triple cambio, no se atrevió a quitar al austriaco. Como ocurrió en la primera mitad, los blancos volvieron a dominar, a encerrar al rival, pero sin hacer sufrir a Oblak. Sólo el ingreso de Brahim al césped generó más expectativas. Pero cuando levantaba la cabeza, no encontraba a nadie. Ni a Bellingham, que acabó de los nervios, ni a Joselu ni a Rodrygo. 

Y el marcador, así, no se movió más para gloria de un Atlético que vivió su noche soñada y acabó entre olés amargando a su vecino y haciéndole hincar la rodilla por primera vez en este curso.

 

Jugador Flashscore del partido: Álvaro Morata (Atlético de Madrid).

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