La lucha por el 9 entre Morata y Depay da la victoria al Atleti ante el Granada (3-1)
Empezó con hambre el Atleti. No quería sorpresas el primer día de colegio y salió con mentalidad de león en ataque y de gladiador en defensa. Con Griezmann a los mandos, Azpilicueta y Carrasco crearon peligro desde las bandas y surtían de balones al estilete del equipo, Álvaro Morata, que ganó la partida de salida a Memphis Depay.Las tuvo de todos los colores el 9 rojiblanco. Falló alguna clara pero cuando se acercaba el descanso entró en fase de combustión. En el minuto 44 recogió un rechace de Vallejo, tras centro magnífico de Azpilicueta, y no perdonó. El Metropolitano respiraba de alivio. Dos minutos más tarde marcó el segundo, anulado por fuera de juego de Marcos Llorente. El goleador apareció cuando más se le necesitaba.
Así se fueron los jugadores al vestuario y sacaron los bocadillos en la grada los aficionados, con comentarios y debates sobre la gran pitada a Joao Félix, la lesión del intocable Koke, su sustitución por el ilusionante Pablo Barrios y la idoneidad de Morata como delantero fijo del equipo.
En la segunda mitad el Granada salió con más ganas. Paco López espoleó al caballo y éste respondió. Samuel Omorodion, un joven delantero de 19 años nacido en Nigeria pero internacional con España en categorías inferiores, le puso las cosas difíciles a Oblak. El esloveno le salvó la primera a bocajarro pero no pudo evitar la segunda ocasión, generada tras un grave error de Carrasco en la salida de balón y una buena asistencia de Gonzalo Villar.
El Metropolitano enmudeció. Los fantasmas volvieron a sobrevolar el estadio rojiblanco. Sacó a la afición de su disgusto un misil tierra aire de Memphis Depay, que había salido sustituyendo a Morata. Golpeó al balón con una potencia y precisión sublimes desde fuera del área y el balón dibujó una trayectoria en el aire que mereció el gol por su belleza. El latigazo fue tan violento que ni dos porteros podrían haber evitado el tanto.
El Granada intentó un arreón final pero el Atleti creaba muchísimo peligro a la contra. En el 92, Oblak salvó dos puntos al parar un gran chut de Uzuni tras otra pérdida del Atleti en la salida de balón.
A pocos segundos del final, Correa y Marcos Llorente cocinaron el gol de la tranquilidad. Robó el español, condujo el argentino y remachó la faena Marcos con una gran definición con la pierna izquierda. El Atleti empieza con fiesta en el Metropolitano ante un Granada muy combativo.
Jugador Flashscore: Memphis Depay