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José María del Nido Carrasco se convierte en nuevo presidente del Sevilla

José María del Nido Carrasco interviene en una conferencia.
José María del Nido Carrasco interviene en una conferencia.Sevilla FC
El conjunto hispalense ha confirmado el cambio este domingo, horas antes de las campanadas, a través de sus canales oficiales.

El consejo de administración, que se ha reunido durante la mañana, ha aprobado el nombramiento de José María del Nido Carrasco como nuevo presidente del Sevilla. Así, termina el 2023 y empieza el 2024 como principal responsable de una entidad que afronta un buen puñado de retos en los próximos meses. A nivel deportivo, evitar el descenso -están tres puntos por encima- es el gran objetivo para el cuadro comandado por Quique Sánchez Flores. 

El texto publicado incluye el siguiente párrafo: "El club quiere agradecer a José Castro Carmona su labor como máximo dirigente los últimos diez años, uno de los periodos más exitosos, con un saldo deportivo de cinco copas de la UEFA Europa League, entre otros muchos hitos". Conviene destacar que el utrerano seguirá teniendo una gran influencia en las decisiones más importantes, ya que será la mano derecha de su sucesor.

José María da este importante paso después de 16 años en la cúpula, tiempo en el cual ha ejercido como vicesecretario del consejo, secretario del consejo, consejero y vicepresidente, cargo que ha ocupado durante ocho años. Hasta ahora ha estado en un plano secundario, pero esta designación le da una mayor responsabilidad y, por supuesto, le convierte en la principal cara visible del proyecto... para lo bueno y para lo malo.

Del Nido Benavente, con el cual comparte nombre, primer apellido, pasión por unos mismos colores e incluso sed de poder, expresó en más de una ocasión que su hijo no podía relevar en el cargo a José Castro. Y ha ocurrido, un cambio que define como "ilegítimo". Además, según comentó días atrás, tiene como principal objetivo "expulsar a los okupas que están llevando a la ruina deportiva y económica" al cuadro de Nervión. Sus ansias de 'reconquista' siguen intactas.