Enrique Cerezo, una vida entre el cine español y el Atlético de Madrid
El gran público le conoce sobre todo por sus más de dos décadas al frente del Atlético de Madrid -una época buena, con seis títulos europeos y cuatro nacionales--, pero este madrileño de 76 años es sobre todo un hombre de cine.
Empezó proyectando películas los fines de semana en su escuela y ha acabado siendo propietario de los derechos de unas 7.000 películas, muchas españolas, hasta al punto de poseer aproximadamente el 70% del cine que se ha hecho en España. Un cine que engrosa hoy su plataforma de streaming FlixOlé, especializada en cine español.
"Estudiaba en Segovia lo que entonces era el bachillerato y en aquella época en los colegios, o en casi todos los colegios, había un cine, además buenos cines porque eran cines de 35mm con salas para 400 o 500 personas, donde los sábados y los domingos se pasaban películas", evoca en una entrevista con AFP en la sede de su negocio cerca de Madrid.
"Entre estar estudiando y tener la posibilidad de poder manejar todo este sistema que había de proyecciones, pues yo prefería estar ahí", narra este hombre de pelo canoso, afable.
De la escuela al plató
Al acabar la secundaria, empezó a trabajar en rodajes, en las unidades de cámara, un oficio con el que participó en un centenar de rodajes, algunos con ilustres directores que encontraron en España un lugar bueno y barato para rodar, como el estadounidense George Cukor o el británico Richard Lester.
La experiencia le sirvió: "El trabajo de productor hay que empezarlo desde sus orígenes, desde siendo auxiliar de auxiliar de auxiliar".
A principios de los años 80, Cerezo fundó una compañía de distribución de video, Video Movies Internacional, con la que empezó a adquirir derechos de películas. Explica que no anticipó la era de las plataformas -"eso era ciencia ficción"-, pero el video puso de manifiesto la importancia de poseer contenidos, películas, y de acondicionarlas.
"Lo que hacíamos era comprar todas esas películas" para dejarlas en buenas condiciones y pasarlas a video, algo que costaba "muchísimo trabajo y dinero" y que "los productores o los herederos de los productores no querían hacerlo, ni lo iban a hacer". Por ello, le tocó hacerlo a ellos mismos, asegura.
Porque, justifica, la calidad visual de las películas en "los primeros años del mundo del vídeo era una cosa espantosa".
"Cuando ganas..."
A finales de los años 1980, Cerezo se lanzó a la producción de películas, al tiempo que adquiría prácticamente todas las grandes productoras españolas desde los años 1940 hasta la actualidad, lo que le permitió engrosar considerablemente su catálogo.
Entre esas películas, las conocidas como "españoladas", comedias ligeras y sin pretensiones que se hicieron durante el franquismo (1939-1975), despreciadas entonces por la crítica y que Cerezo defiende, en consonancia con su idea del cine.
"El cine, desde mi punto de vista, es para el gran público, para que la gente pase un rato divertido, un rato bonito", estima.
Y los buenos ratos se los han dado tanto el cine como el fútbol... "cuando ganas", sentencia.
Sus películas se restauran en un laboratorio de FlixOlé y la distribuidora Mercury Films, también suya, en la Ciudad de la Imagen de Madrid, donde se digitalizan y se acondicionan a razón de una por semana, si no presentan grandes problemas.
Es el caso de 'Surcos' (1951), un clásico del cine español que estaba muy deteriorado y que se presentó el lunes en versión restaurada en 4K -una calidad muy superior a la alta definición (HD) televisiva- en el Festival de cine de San Sebastián.