Para entender la relación entre el Barcelona y el mercado brasileño es necesario rescatar un nombre: André Cury. Es el agente que ayudó a que Neymar Júnior recalase en el Camp Nou... y el mismo que luego presionó para que se fuera al París Saint-Germain. Más allá del máximo goleador histórico de la Canarinha, ya empezó a influir mucho antes con algunos movimientos que a día de hoy aún perviven en el imaginario del aficionado culé, y no precisamente por brillar sobre el verde.
Si se pone el foco en el actual siglo, hay un jugador que destaca por encima del resto: Ronaldinho Gaúcho, que marcó una época y dejó actuaciones de ensueño -hasta el punto de ser apluadido en el mismísimo Santiago Bernabéu-. Eran otros tiempos, desde luego, y su gloriosa etapa fue algo efímera. El ascenso de Pep Guardiola al primer equipo hizo que, ya lejos de su mejor nivel, tuviera que buscar un nuevo destino.
Por aquel entonces, el citado Cury aún era una figura desconocida en el entorno del Barça. Todo empezó en la temporada 2008/09 con Dani Alves, quien ya había rendido a gran nivel en Sevilla, y un tal Henrique Adriano sin experiencia alguna en el fútbol europeo. El primero costó 35,5 millones de euros, cuatro veces más respecto al segundo, pero la diferencia en términos de rentabilidad fue abismal y la mera comparación es ridícula.
"Zubi, ¿quién es Douglas?"
Un año más tarde, en circunstancias similares a las de Henrique, llegó por 14 kilos otro jugador sin recorrido en el viejo continente como era Keirrison. Lo más curioso en este caso es que nunca llegó a debutar, por lo que la operación fue especialmente deficitaria, todo lo contrario a la del lateral Adriano, también procedente del plantel de Nervión. Este último justificó con creces los 9,5 millones invertidos al disputar casi 200 encuentros.
Coutinho, que llegó a marcar un doblete en aquel trágico 2-8 durante su cesión al Bayern de Múnich, costó entre 135 y 145M y salió por la puerta de atrás, sin pena ni gloria y por apenas 20M. Fue, de lejos, la peor inversión de entre todas las mencionadas. Ese registro de tres dígitos queda lejos de los 40M de Paulinho o los 41M de Malcolm, quienes al menos dejaron prácticamente ese mismo dinero en las arcas una vez hicieron las maletas.
El último capítulo tiene como protagonista a Vitor Roque, historia con final desconocido porque regresará a la Ciudad Condal, pero aún quedan algunos episodios más por repasar -algunos dejaron beneficios y otros fueron protagonistas de esperpentos varios-. Estos son: Marlon Santos (alrededor de 6M), Arthur Melo (31M), Emerson Royal (14M), Matheus Fernandes (7M), Douglas Pereira (4M), Gustavo Maia (4,5M) y Raphinha Dias (58M).